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FINAL

Ruby Jane tenía sus cejas fruncidas mientras limpiaba su casillero, que parecía más basurero que casillero, pero no por culpa de ella sino de sus amigas. Cada vez que lo abría sus amigas no tardaban en dejar las envolturas de lo que comían.

Tan metida estaba en sus pensamientos que no se percató que Lalisa caminaba hacia ella con una sonrisa un poco... ¿Coqueta? ¿Traviesa?

Jennie esa mañana llevaba un vestido rojo pegadito a su cuerpo, su culo se miraba más grande de lo habitual, ni se diga las tetas. La baba escurría por la boca de Lalisa desde que la vio en la mañana.

Por Jennie, Lalisa se volvía un bebé adicto a sus pechos solo para mamarselos como era debido.

Jennie pega un pequeño grito agudo y salta sorprendida ante el fuerte apretón en la nalga derecha y un duro bulto en medio de estas sintiendo como quería penetrarla.

─Jennie, que culona te ves hoy. ─Lisa susurra en su oído mientras movía sus caderas como si de un conejo follando a otro se tratase.

─D-dios, Lisa... Espera.

─¡Lalisa Manoban, deja de hacer eso!─Asa llega al rescate y separa a Lisa de Jennie dandole algunos golpes en sus manos─¡Aquí no, idiota!

─P-perdón, me deje llevar por sus tetas y su culo.

Asa gira los ojos y jala la oreja de Manoban llevándosela sin darle una sola explicación a la morena. Jennie queda excitada ante las acciones de Manoban que hace rato hizo con ella. Aún puede sentir ese delicioso apretón y ese miembro grande en su culo.

─Definitivamente traeré vestidos cortos y pegados más seguido.