05 ;; Get used

76 19 2
                                    

[ Salto temporal. Inicios de la tercera temporada ]

[ . . . ]

     Aún le costaba acostumbrarse.

Ese día, se cumplían cuatro meses desde que habían perdido contacto con Leonardo, cuatro meses desde que la tortuga mayor se había convertido en un ser desconocido y peligroso.

Igualmente, ese mismo día también se cumplían tres meses desde que todo se fue a la mierda; el Kraang había logrado iniciar con sus planes de invasión en la tierra, empezando por Nueva York. Actualmente se encontraban aislados, en la casa de campo de Abril.

Habían momentos en los que se sentaba y se ponía a pensar... ¿Que hubiera hecho Leonardo en una situación así? ¿Cómo hubiera actuado?

Un pesado suspiró salió de los labios de Rafael, apoyando su barbilla sobre la palma de su mano. No sabía lo que hubiera hecho su hermano mayor en esa situación, y en cierta parte le frustaba. Realmente lo extrañaba, y mucho, no sé había dado cuenta de lo importante que era Leonardo para él hasta que fue mutado.

Y ahora ya no eran cuatro, eran tres. Porque, sin ofender, pero Karai no contaba realmente, oh bueno, para él.

Sabía que Karai era la hija biológica de Splinter, lo que la convertía en parte su hermana, pero durante toda su vida habían sido solo Leonardo, Donatello, Miguel Ángel y él. Le costaba acostumbrarse a tener que convivir con Karai, y más teniendo en cuenta el historial que tenían.

Le tenía cierto rencor a la chica y no lo iba a negar; Leonardo por alguna razón siempre se preocupó por ella, y eso fue lo que lo llevó a terminar mutado por segunda vez. Si esa noche no hubieran ido corriendo a salvar a Karai... Quién sabe, tal vez en esos momentos ella sería la que estuviera mutada y Leonardo el que estaría con ellos.

No sé acostumbraría.

Y la verdad, no pensaba hacerlo.

[ . . . ]

—Di "aahh"

—Aaahh

Donatello tarareó, examinando la garganta inflamada de Karai. No tenía mucha experiencia ni conocimiento en medicina, pero si la básica.

Después de la invasión y huir al campo, todos estaban heridos, pero Karai fue la que se llevó la peor parte. Durante todo el caos de la invasión, el Clan del Pie igualmente hizo de las suyas, y Destructor no dudó en reprender a Karai por haberlos traicionado.

Haber visto a la chica llegar al apartamento de Abril por la ventana... Fue alarmante para no decir más.

Karai estuvo al borde la muerte, y Donatello se vió obligado a usar su poco conocimiento de medicina y tratar de salvarla. Había sido un milagro y cuestión de suerte que ella hubiera soportado y sobrevivido.

Aún así, no salió ilesa; Karai tenía un hombro dislocado y una horrible lesión en su rodilla derecha, sin contar los cortes, ematomas y la obvia conmoción cerebral.

Era sin duda un milagro que ella continuará con vida.

—Bien... Trata de no esforzarla mucho —dijo, refiriéndose a la garganta de Karai. —No te has estado cuidando correctamente, por eso sigue inflamada y te duele.

—¿Que dices? Si me he cuidado —Karai reprochó, su voz sonando bastante ronca y maltratada.

—Ay, ajá. No creas que no te escuché ayer gritando con Mikey mientras veían Crognard el bárbaro —regañó, frunciendo el ceño, pudo ver una sonrisa tímida formarse en los labios de la humana mientras se encogía de hombros. —Hablo enserio, Karai, ¡Si quieres recuperarte debes cuidarte!

—Si, si, lo entiendo —ella asintió, levantandose de su asiento. —Gracias, Donnie.

El de bandana morada asintió, viendo a la chica ponerse de pie con algo de dificultad. La rodilla de Karai seguía siendo un problema, Donatello hizo una leve mueca mientras veía a la chica alejarse, ayudándose de una muleta para poder caminar.

Cuando se aseguró de que estaba solo, suspiró pesadamente, pasándose las manos por el rostro. Para él... Era nuevo tener que tratar de una manera tan cercana a Karai. Era raro, teniendo en cuenta su historial pasado con ella.

Pero... Estaba empezando a acostumbrarse.

[ . . . ]

—¡Karai, hermana! ¿Que te dijo Donnie?

Miguel Ángel saltó hacia la chica, sonriéndole ampliamente.

—Que debía cuidarme más y me regaño... Ya sabes, lo normal.

Mikey rió entre dientes y asintió, tomando a la chica del brazo y guiandola hacia el sofá.

Estaban sólo él, Karai y sus otros hermanos en la granja. Ah, también Gatito Helado; Abril y Casey habían salido a comprar unos cuantos víveres.

El de bandana naranja suspiró y le dedicó una sonrisa tranquilizante a la chica cuando vió una mueca aparecer en su rostro.

—Hey, tómatelo con calma. Te recuperarás pronto, ¡Ya verás! —tranquilizó.

Karai resopló y asintió, sonriendo levemente. —Gracias, Mikey.

Levantó su dedo pulgar y rió, girando sobre su propio eje para encender el televisor y buscar algo interesante para ver. Subió el volumen cuando encontró una película medianamente entretenida y se sentó al lado de Karai.

Ciertamente... Era un poco raro convivir con ella, pero Mikey era conciente de que Karai era parte de la familia, y obviamente debía tratarla como tal. Después de todo, si Leonardo insistió tanto en que ella era buena fue por una razón.

Y obviamente fue así.

Aún así... Habían días en los que Mikey extrañaba a su hermano mayor, y en los que su mente le pasaba la pregunta de lo que hubiera pasado si Karai caía al mutageno y no Leonardo.

Pero lo hecho, hecho estaba. Y aunque era raro, para ser sinceros...

Ya Mikey se había acostumbrado.

𝐒𝐚𝐩𝐩𝐡𝐢𝐫𝐞 𝐁𝐥𝐮𝐞 | TMNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora