Sakura había tenido muchas mañanas especiales y hermosas , pero sin duda esta había sido una de las más lindas y divertidas.
El día se les pasó volando.
El rubio era totalmente un sol, muy simpático, alegre y divertido , demasiado ocurrente, además, estaba encantado con la pelirosa, demasiado.
Sakura no le era indiferente.
Desde que lo vio se le hizo muy guapo y ahora que empezó a tratarlo, se daba cuenta de la personalidad tan linda que posee.
Durante la cita se hicieron mil y un preguntas y descubrieron que tenían muchas cosas en común, entre ellas, que a ambos les gusta lo dulce, las películas de terror, los días templados, son chicos agradables y extrovertidos.
-Haríamos una buena pareja. Somos el uno para el otro. - Lanzó el rubio el comentario, tanteando el terreno, al menos para él, ya había encontrado a la chica perfecta, a la novia ideal, la chica que quería que conocerán sus padres.
Sí, así es el rubio.
Cálido e intenso, como el sol.
La pelirosa lo miró entre sorprendida y sonrojada.
-Eres aún más linda con ese rojo en las mejillas. - Naruto volvió al ataque, quería que notara su gran interés para con ella, que viera que no solo queria una salida, sino varias más.
-Eres muy adulador. - Bromeó, con una sonrisa en el rostro.
-Solo cuando realmente me gusta alguien.
Sakura detuvo su andar y lo miró sorprendida, esta vez no solo fue un halago, sino quizá una declaración directa, y aunque ya presentía el entusiasmo del rubio hacia ella, la tomó un poco desprevenida que desde el primer día él se mostrara tan directo, aunque eso no le molestaba, era extraño, pero la sensación que le ocasiona, le gusta.
-¿Quieres... decir...? -Maldecía el haberse involucrado con Hinata y lo único que se le impregnó de ella en lugar de lo voluptuosa , fuera el tartamudear cuando está nerviosa.
-Quiero decirte, Sakura. Que sé que esto es demasiado rápido, hoy es la primera vez que te veo y que hablamos, no necesito tanto tiempo para decirte que me encantaría estar contigo, no solo como amigos.
-Na..ruto...-Seguro se veía como una tonta sin articular una oración de manera corrida.
Naruto sonrió.
-Tal vez me apresuré un poco.-Se rascó la cabeza con nerviosismo.-Pero quiero que sepas que yo voy en serio.
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.Sasuke la vio, es cierto lo que había dicho Ino.
Una chica de cabello rosa.
Pero no quiso entrar al establecimiento, solo aclaró sus dudas y se despidió de su amigo, acordaron que ambos iban a conocerla, por si acaso la chica era nefasta y tendrían alguna excusa para que el rubio pudiera darse a la fuga, pero esto no era para nada mentira.
Esa chica era bonita, con el cabello rosa y era real.
No quiso hacer mal tercio y se alejó, no detuvo su andar, estuvo dando vueltas en el parque hasta que pasaron las horas. Lo que menos quería era volver a su casa.
Mientras Naruto estaba ocupado, él tendría que hacer tiempo, tomó su móvil mirando alguna notificación importante. Un mensaje de su abuelo fue lo único que había.
Madara Uchiha.
Más vale que que no estés haciendo ninguna estupidez, que no voy a responder de mí.
El pelinegro arrojó el teléfono y se agarró el cabello, se sentía frustrado, odiaba estar solo, odiaba estar bajo su tutela, bajo la tutela de Madara Uchiha.
Miró hacia el cielo, aún el solo no se ocultaba, sus ojos picaron, pero como siempre, no iba dejar salir su dolor.
-Los hombres son fuertes. - Se dijo así mismo.
Miró a su alrededor, había poca gente, pero casi todas venían acompañadas.
Había niños, parejas y ancianos que daban de comer a las palomas.
Se veían felices.
El vacío en el pecho que sentía recurrentemente cada vez se hacía más grande.
No había nada que socegara su dolor, Naruto solía aquietarlo un poco, pero no se disipaba.
Nunca se iba.
Tal vez era la condena se haber nacido y matar a su madre en el acto.
El peso de algo muy grande sobre sus hombros está desde que vio la primera luz.
Su madre murió en el momento del parto y su padre no pudo soportar su partida, así que se suicidó cuando velaban a Mikoto.
Dejando huérfanos a su hermano mayor y a él.
Ahí empezó su infierno.
Quedó bajo la tutela de su abuelo materno, Madara Uchiha, quien no dudo en culparlo de todas las desgracias de la familia. Ensañandose con el y arrastrando a su hermano mayor Itachi a odiarlo también.
Entonces nada mejoró, empeoró día con día.
Itachi lo maldice y se alejó de él, dejándolo solo y merced de Madara, quien no duda de desquitarse con él cada vez que le da la gana.
Itachi lo culpa de las muertes de sus padres y lo odia.
Su hermano mayor secunda en todo a su abuelo, impidiendo siempre que el resto de su familia sepa lo que sufre Sasuke a manos de Madera.
Dos mundos paralelos.
Sol y luna.
Dónde uno parece tenerlo todo y otro parece no tener nada.
¿Puedo eso cambiar?
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Bad kind of butterflies.
Fanfiction"¿Qué hago cuando te amo y quiero a otra persona?"