Capítulo 1

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—Lo haré —dijo con un pequeño recuerdo vagando por su memoria.

...

Un pequeño estaba llorando en su cuarto, vacío y sin sus tan preciados peluches decorando cada rincón. Las lágrimas caían alrededor de sus mejillas rosadas y gorditas, sus ojitos rojos. Solo lloraba al ver su cuarto sin su cama, sin sus muñecos, sin su ropita. No sabía que estaba pasando.

—Minnie, cariño, no llores —

Pedía la mujer mientras le daba un beso en la frente. Cargo al bebé y lo llevó hasta el coche en donde todas las cosas que anteriormente ocupaban el hogar. Con nostalgia la mujer miró el lugar y luego a su hijo, pero entendía que su pequeño merecía un mejor futuro y con aquel ascenso en su trabajo lo podría lograr, todo con tal de verlo feliz.

—Pequeño. Iremos a una casa mucho mejor que esta y serás aún más feliz —

El chiquito miró a su madre con sus llamativos ojos miel, llevó sus manitas a los ojos para poder secar las lágrimas que seguían cayendo sin razón aparente y le dió un abrazo a su madre. La mujer era feliz con su hijo.

—Te amo mami —

—Yo a ti cariño —

Y dicho esto partieron hacia un nuevo lugar, lleno de esperanza, emoción y muchas expectativas sobre su futuro, pero en todo proceso hay cambios buenos o dolorosos, el tiempo es relativo y cada quién es víctima de sus propias acciones.

Aunque victima se define como alguien débil popularmente, con el tiempo significa ser el causante. ¿Pero qué malo tiene si los menores en el mundo no conocen nada sobre el mismo? ¿Qué si no saben sobre sus acciones? ¿Por qué dependemos de personas que ya vivieron? ¿Podremos romper aquellas costumbres?

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¿Debería tener un final triste o feliz?

¿Promesa? // Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora