❝ ¿Acaso no has imaginado un escenario junto a alguno de estos fuertes estudiantes? Descubre como el corazón de cada uno se ablanda contigo.❞
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-Historias cortas
- Personaje canon x Lectora
- Ninguno de los personajes mencionados a excepción...
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En la Furin, cada monitor realizaba patrullajes por la ciudad con sus asistentes, y desde que asignaron al monitor de primer año, la eficiencia había mejorado notablemente. Ahora, cada problema se atendía con rapidez.
Aunque había pocos trabajos por hacer, cada tarea debía ejecutarse con precisión y paciencia. Desafortunadamente, eso no era lo fuerte de Kaji Ren. Mientras caminaba con Kusumi por el vecindario, él simplemente escuchaba música mientras su asistente vigilaba el área en busca de personas que necesitaran ayuda.
Justo frente a ellos, una anciana con un delantal bordado con flores acompañaba a una fila de niños pequeños ruidosos y alborotados, lo cual la llenaba de preocupación al estar cerca de la transitada calle.
Cuando la mujer levantó la vista, su corazón sintió un gran alivio.
- ¡Kaij! ¡Kaji! - llamaba, esperando su respuesta. Kusumi tocó el hombro de Kaji para llamar su atención.
Ambos se dirigieron hacia la anciana, y Kaji se quitó los audífonos, dejándolos descansar sobre sus hombros antes de dirigirse a ella.
- ¿Qué sucede? - preguntó de manera directa.
- Qué bueno que están aquí... Salimos de excursión con los niños y nos dirigíamos al parque - comenzó a frotarse las manos nerviosamente - Pero esta calle es muy transitada y peligrosa. No puedo controlar bien a tantos pequeños, temo que se desvíen del camino.
- Deberían considerar la cantidad de alumnos que cada maestra puede manejar - suspiró y miró a Kusumi -. Cuando el semáforo esté en rojo, cruza al otro lado y espera para guiar a los niños. Yo ayudaré aquí.
El joven Kusumi no perdió tiempo y asintió con una sonrisa. Cuando el semáforo cambió, se dirigió rápidamente hacia la otra esquina, observando el tiempo de espera para cruzar, y pacientemente esperó a los pequeños.
Mientras tanto, Kaji ayudó a la mujer a cruzar con los niños en fila, manteniendo un ojo en cada uno de ellos. Hubo algunos que intentaron tocar las luces de los autos, pero rápidamente los guió de vuelta a la fila.
De esta manera, todos los niños seguirían a la maestra, y aquellos que llegaran más tarde estarían bajo la supervisión de Kusumi al otro lado. Kaji se aseguraba de que nadie se desviara de la línea.
Tomó un poco de tiempo, pero con paciencia lograron pasar todos al otro lado. La mujer suspiró aliviada y se giró para mirar a los dos jóvenes.
- Mil gracias, de verdad mil gracias por su ayuda.
Kaji le dedicó una última mirada antes de tomar sus audífonos para volver a colocárselos, cuando uno de los niños preguntó:
- ¿Dónde está Hitto?
La maestra abrió los ojos con temor al escuchar eso. Los niños se miraron entre sí, tratando de localizar al niño que faltaba en la fila.
- ¡Maestra! - gritó un niño, y todos se volvieron para ver a Hitto al otro lado de la calle, corriendo hacia los bordes de la acera y agitando una pequeña tableta de chocolates.
