CAPITULO 1 - APUNTA Y, ¿DISPARA?

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Sin esperar una invitación empujo la puerta con determinación, causando que la madera ceda en un susurro, revelando así el interior de una casa sumida en el lujo, donde solo el aroma profundo y envolvente de la madera antigua y el incienso impregn...

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Sin esperar una invitación empujo la puerta con determinación, causando que la madera ceda en un susurro, revelando así el interior de una casa sumida en el lujo, donde solo el aroma profundo y envolvente de la madera antigua y el incienso impregnan el aire, otorgándome una falsa sensación de bienvenida, como si la misma casa hubiese previsto mi regreso y desease regalarme los aromas que eran el reflejo de mi infancia.

Sonriendo, cierro la puerta y me permito estar unos segundos en total quietud, esperando que la calidez del lugar se apodere de mí.

Pero esta nunca llega.

Sin embargo, la claridad de que estoy haciendo lo correcto, sí lo hace.

Avanzando con paso lento observo los cambios que se han hecho desde la última vez que estuve aquí, lo cual fue hace tanto tiempo que ahora que la han remodelado me parecen tan insignificantes y ajenos a mí, en especial por quien soy ahora.

En apariencia, esta casa luce común y corriente, como si fuese habitada por personas de una economía acomodada, pero solo eso. Es decir, nada fuera de lo común.

Vaya mentira.

Si tan solo supieran la mitad de lo que yo sé...

-Oh, mi Dios, por fin estás de vuelta.

Esa voz...

No puede ser, es imposible.

Con temor, me giro hacia quien una vez fue un pilar importante en mi vida.

-¿Amelia? -pregunto dubitativa aún y cuando la veo parada frente a mí, luciendo tal y como la recuerdo de hace años.

Doy un paso hacía ella. -Pero ¿qué haces...?

Sin dejarme terminar acortar la distancia que nos separa y me abraza.

¿Qué diablos hace aquí? Si se fue a vivir a Inglaterra con su hijo cuando yo tenía dieciséis años, dejando en claro que se iba para no regresar.

Intentando salir de mi estupor le regreso el abrazo y le pregunto con verdadera intriga:

-¿Pasó algo con tu familia? Porque si es así, yo puedo ayudarte.

Alejándose de mí, niega con la cabeza.

-Nada de eso, señorita, simplemente surgió la oportunidad de regresar y la tomé -dice antes de tomarme de las manos y regalarme la sonrisa más sincera que he visto en mucho tiempo, pero en vez de tranquilizarme solo causa que mis alertas se enciendan.

Al notar mi inquietud suaviza su voz. -No se preocupe por eso, señorita, ya tendremos la oportunidad de hablar. Ahora lo importante es que usted está de regreso, de verdad que no sabe la falta que ha hecho en esta familia, la casa no ha sido la misma desde que se fue y eso es poco decir.

Aún sin créele, solo le sonrío.

El que ella esté aquí no es bueno, de hecho, es un jodido problema para mí. Pero en vez de rebatir solo asiento y le pregunto:

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⏰ Última actualización: Jul 09 ⏰

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JAQUE AL REY (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora