PRÓLOGO

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En la penumbra del vestidor, su figura se recortaba en el espejo, resplandeciendo bajo la suave luz de la lámpara que destacaba cada detalle meticulosamente cuidado de su atuendo. El vestido negro, ceñido y elegante, acariciaba su silueta con una sensualidad que emanaba poder. Las joyas, destellando con un brillo sutil pero lujoso, añadían un toque de opulencia discreta. Todo estaba cuidadosamente planeado para transmitir un mensaje claro a sus "invitados": ahora ella era quien dominaba la cima de la pirámide.

Mientras ajustaba los guantes de encaje, su expresión revelaba una mezcla de determinación y anticipación. Por fin había llegado el momento de revelar aquel secreto que había guardado celosamente desde su llegada a aquel lugar, un secreto que nadie más conocía pero que todos deseaban poseer.

El tic-tac del reloj marcaba el tiempo con una lentitud exasperante, siendo el mover constante de las manecillas el único sonido audible en el vestidor, lo cual solo aumentaba la impaciencia en aquella dama tan elegante, pues la llegada de esa persona tan especial marcaría el inicio de la velada.

Justo cuando su corazón parecía latir al borde de la desesperación, la puerta del vestidor se abrió con delicadeza y él apareció. Cuando ella giró para enfrentarlo, un reconocimiento silencioso pasó entre ellos dos y él sonrió, logrando que aparecieran esos hoyuelos tan característicos cuando estaba siendo sincero, sin embargo y pese a que había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvieron uno frente al otro, ninguno se movió de su lugar, ya que entre ellos había un entendimiento que trascendía las palabras.

-Está aquí -él anunció, compartiendo la emoción que su huitzitzilin transmitía.

-Es mi turno de jugar, ¿no es así? -susurró ella, la excitación por lo que estaba por venir danzando en sus ojos.

Riendo, él asintió. -Es hora de mover las piezas en el tablero, mi dulce flor.

Con determinación, ella ajustó los últimos detalles de su atuendo y salió del vestidor, dejando atrás al único testigo silencioso de un encuentro entre los aliados más grandes y peligrosos que habitaban en el oscuro mundo de la mafia.

O al menos eso era lo que creían ellos... 

...
Sean bienvenidos al gran juego de ajedrez en donde requerirán ser astutos y muy inteligentes, pero sobre todo deberán de ser muy cuidadosos respecto en quién confían, porque en el mundo de la mafia nadie es lo que aparenta, o mas bien, aparentan lo que quieren que tú creas.
¿Juegas?

💣

Disfruten esta segunda parte del "Secreto de la mafia"
Les amo mil y un millón, gracias por su paciencia.♡

♡

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JAQUE AL REY (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora