vodka

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[Una mañana...Temprano con aire frío.]

El primer día de trabajo para una persona tendría que ser sencillo, ¿no es así?. Todo forma parte de un proceso y desarrollo personal para crecer y tomar experiencias requeridas.

Bueno... Es lo que creía Elichika Ayase al regresar de su viaje a Rusia. Imaginó que las cosas serían mucho más sencillas de lo que esperaba, pero tenía una cierta razón que pareciese que no se irían por ese lado.

- ¿De verdad es necesario que vaya?.- Preguntó con bajo ánimo la hija mayor de la familia.

- Claro que sí Elichika, ¿acaso piensas seguir evadiendo las juntas directivas?.- Le respondió en un tono serio; su señor padre. Un rubio de tez clara y ojos azules claros. La pequeña familia conformada por dos hijas y el par de padres, estaban tomando el desayuno.

- Pero ya he ido a unas cuantas.-Susurró desanimada.

- No sé, qué parte no entiendes...- El mayor dejó de lado el periódico que estaba leyendo para después ponerse de pie y terminar de abotonarse su saco negro.- Hoy se te dará el cargo más importante, y no puedes poner más excusas. ¿Escuchaste?.-

- Si, lo comprendo. Haré mi mayor esfuerzo.-A la de ojos azules no le quedó más remedio que asentír para no generar otro conflicto más con su padre.

- Te irá muy bien Onee-chan, siempre logras hacer lo mejor.- La menor de los Ayase's se interpuso en el ambiente tenso, intentando animar a su querida hermana.

-Querido, recuerda que debes de irte temprano. Elichika llegará allá poco después.- Avisó la mujer mayor con una sonrisa.

- Tienes razón.-Se dió cuenta de la hora y tomó sus cosas, acercándose a su esposa para darle un beso de despedida con una sonrisa relajada. Pero volteó a ver a su honorable hija, enviándole una mirada amenazadora.-Te veré allá.-

- S-si...-Atragantó temerosa.

-Que tengas un buen día, papá.-Arisa despidió a su papá, luego de unos minutos la casa se llenó de silencio. Las tres mujeres se miraron entre si.

- No puedo creer que a ustedes dos las trate bien y a mí me hable de esa forma.- Dejó salir con toda sinceridad la rusa.

Su madre soltó un suspiro y finalizó con una sonrisa de lado.

- Sabes que tú padre quiere lo mejor para ti hija, recuerda que le prometiste hacerte cargo de la empresa cuando estuvieras de vuelta. Él sólo quiere prepararte.-

- Lo sé, es sólo que...-Intentó desahogarse, sintió la necesidad de quedarse callada sin decir nada más.- Olvidenlo, es mejor que me preparé o se me hará tarde.-

La próxima encargada de la empresa de los Ayase's, se puso de pie y llevó su plato al fregadero. Inmediatamente se dirigió a su habitación al subir de las escaleras, dejando ahora sí. Un silencio mucho más tortuoso entre la hija menor y su amada madre.

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(pov Eli).

-Sé que hicimos un estúpido trato, pero es difícil para mí hacerme la idea...-Me quejé conmigo misma mientras me miraba al espejo. Dejé que mi mirada divagara y me topé con el trofeo que había ganado recientemente.

Mi padre me había puesto la condición de patrocinar todos mis gastos en el viaje y en la competencia de ballet a cambio de que cuando regresará, tomaría el puesto por el cuál había estudiado y preparado tanto.

- Me voy a morir de aburrimiento... Podría estar viajando, inscribiendome en otra competencia o tal vez haciendo otra cosa que no tenga que ver con encerrarme en una estúpida oficina.- Seguí desahogandome. Pero, ¿qué más podía hacer?, técnicamente había vendido mi alma.

Por las noches (NozoEli) (FUTA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora