˚ʚ 𝐂apitulo 𝟐 ɞ˚

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Al llegar a la habitación en la que me asignaron vi a dos chicas hablando, no se dieron cuenta de que yo había entrado a la habitación. Yo simplemente las ignore y me fui a acomodar mis cosas. Mientras acomodaba mis cosas por accidente tire algo lo cual hizo que haga ruido. Las chicas asustadas vieron hacia donde fue el ruido y se dieron cuenta que yo estaba ahí.

– ¿Como entraste acá? – Dijo una de las chicas.

– ¿Desde cuando estas acá? – Dijo la otra chica.

– Ah, yo ahora duermo en esta habitación así que... – Dije y seguí acomodando mis cosas.

Las chicas empezaron a murmurar cosas y después me hablaron.

– No sabíamos que tendríamos una nueva compañera, sentimos mucho haberte hablado así...

– Si, no me importa la verdad. – Seguí en lo mío.

– No eres de muchas palabras ¿Verdad? – Dijo la chica.

– Mjm. – Murmura y termine de acomodar mis cosas.

– Somos Mackenzie y Anne, un gusto en conocerte. – Dijo Anne.

– ¿Un gusto? Creo. – Me acosté en mi cama.

– ¿Y vos sos? – Dijo Mackenzie.

– Soy Josephine. – agarre un libro que tenía en mi mesita de Luz.

– Un gusto Jo. – Dieron las dos al mismo tiempo con una leve sonrisa.

Yo no les dije nada y me puse a leer ese libro.

(•••)


Habían pasado unas pocas horas desde que llegamos con los chicos a Auradon. Yo me encontraba aún en la habitación pero esta vez estaba sola, mis compañeras de habitación se habían ido y eso era mejor para mi.
Estaba leyendo tranquila hasta que escucho la puerta abrirse. Entraron mis compañeras y dos chicas más. Una peli negra y otra rubia ¿Porque todos son rubios acá?

– Hola, soy Melody, hija de Ariel y Erick, un gusto en conocerte Jo, las chicas me dijeron que eres nueva. – Hablo la Peli negra.

- ¿Que clase de bienvenida es esta? – Pensé.

– Ah si, un gusto... – Dije dejando mi libro a un lado.

– Yo soy Annabeth, un gusto Josephine. – Dijo la chica rubia con una sonrisa.

– Si, un gusto a todas... Creo. – susurre lo último, esto de estar repleta de gente me agobia.

– Y cuéntanos ¿Quienes son tus padres? – Hablo Mackenzie.

– ¿Eres de acá? – Dijo Anne.

– ¿Sos una princesa? – Pregunto Melody.

– Me encantan tus mechas azules. – Dijo Annabeth.

- Hay, muchas preguntas, no me gusta esto. – pensé.

– No tengo que explicarles nada a ustedes, ahora si me disculpan, las dejó. – me levante de la cama y me retire de la habitación.

– Esto es mucho para mi... – me dije a mi misma y me puse a caminar por los pasillos de las habitaciones.

Mientras intentaba no encontrarme con las amigas de mis compañeras me choque con un chico.

– ¡Tené más cuidado! – Dije.

– Perdón... No era mi intención chocar contigo... – Dijo el chico.

– Si, claro. – Dije un tanto disgustada.

(•••)

Ya era de noche, yo me encontraba con Jay y Carlos en su habitación. Ellos estaban jugando a los videojuegos y yo estaba acostada en una de las cañas viendo como ellos jugaban.
Mientras los chicos jugaban escucho como alguien toca la puerta y entra a la habitación. Eran Mal y Evie.

– Chicos enfoquen se, ¿Recuerdan que vivimos acá por algo? Vinimos para probarles a nuestros padres que somos malos, despiadados y crueles. – Dijo Mal.

– Si... – Dieron Jay y Carlos y dejaron de jugar.

– Evie el espejo. – le dije.

Evie sacó el espejo mágico y empezamos a buscar. Tras unos minutos buscando el espejo dejó que estaba en el Museo de Historia Cultural.
Agarramos unas cosas y fuimos a buscar la varita.


(•••)

Al llegar al Museo mal hizo un hechizo para hacer que el Guardia se durmiera y pudiéramos entrar sin ser vistos.
Entramos al Museo y nos fuimos a buscar la varita. Al meternos en una sala vimos algo que nos dejó congelados.

– ¿M-mama? – dije al ver la estatua de mi madre.

– Esto es... Genial. – hablo Jay.

– Si bueno.. Vámonos. – dijo Evie yéndose de la Sala y con los chicos la seguimos.

Caminamos por unos minutos y encontramos la varita. Estaba en una especie de campo de fuerza. Jay quiso intentar sacar la varita de su campo de fuerza, pero claro cuando se acercó salto la alarma.

– Mierda Jay. – Dije y con las chicas salimos corriendo.

We are not equal | 𝐏ercy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora