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— Dios Cheng, deja de mirarlos así. Te ves como un acosador.
La voz de Liang lo trajo de nuevo a la realidad.
— Y das miedo amigo.
Zhuang estaba a su lado mientras jugaba con Liang.
Se encontraban en su clase de deportes. Sus amigos estaban entretenidos con un balón mientras Lu estaba bastante ocupado viendo mal a la parejita a unos metros de ellos.
Dre se encontraba riendo con una chica rubia. Cheng no la conocía pero por el simple hecho de estar cerca de Parker ya sentía que la odiaba.
El debería estar en su lugar, haciendo reír a Dre y no ella.
El silbato sonó y Zhuang empezó a correr para dar una vuelta completa alrededor de la cancha.
— Cheng juguemos, Zhuang ya se fue.
— No molestes ahora.
— Pero-
Cheng lo estaba mirando ahora.
— Dije que no molestes.
Liang solo soltó un suspiró frustrado. A veces su amigo podía ser realmente molesto.
— Si dejarás de mirar a cualquier chica que se acerca a Dre y mejor le hablarás sobre tus sentimientos por el, todo sería más fácil Cheng.
El menor se sentó en el suelo.
Cheng quiso darle un golpe.
— Cállate, no es tan fácil. A Dre no le gustan los hombres.
— Será, porque nunca se lo has preguntado, genio.
▬
La clase estaba por terminar, algunos estudiantes ya no estaban haciendo deporte.
Y uno de esos eran Dre y la chica esa.
— Maldita, como puede coquetearle así. Y a el ni siquiera parece molestarle.
El pobre balón que Cheng tenía entre sus manos estaba pagando las consecuencias de su enojo.
— ¡Cheng atrapala! — Zhuang había gritado.
Lu volteó rápidamente, dejando caer el balón en sus manos y atrapando rápidamente el que Zhuang había lanzado.
— ¡Pásala Cheng! — Liang le gritó dando pequeños saltitos.
Pero Cheng no pensaba devolverla, o al menos no a sus amigos.
Miro nuevamente a la chica que estaba con Dre y sonrió. De esa manera que solo significaba problemas.
No la pensó demasiado cuando lanzó el balón hacia la chica rubia.
Casi se le escapa una risa cuando vió a la pobre chica caer al suelo cuando el balón le golpeó en el rostro.
Aunque ni siquiera lo había lanzado tan fuerte.
Sacudió sus manos y recogió el balón que antes estaba agarrando. Camino hasta sus dos amigos que tenían la boca abierta.
— Vámonos.
— Agradece que Dre no te vio Cheng.
— Fue un accidente, no la ví. — la falsa inocencia en su voz hizo reír a Zhuang.
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