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Hoy era jueves y, como era de esperarse, Seungmin esperaba con emoción a Jeongin en el cómodo sillón de su casa, jugando Brawl Stars como es de costumbre. Casi podría decirse que pasaba más tiempo en la casa de su amigo que en la suya propia. Pero no se malinterprete; la familia de Seungmin vivía lejos debido al trabajo, y a pesar de la distancia, mantenía lazos auténticos y profundos con sus padres. Era inevitable para él disfrutar del tiempo con el menor, Jeongin. Para Seungmin, el amor hacia su amigo era genuino y había crecido junto a él durante casi toda su vida. Sus padres eran buenos amigos, y Seungmin no ocultaba su afecto, mostrándolo con gestos cariñosos como tomarse de las manos, abrazos y besos en las mejillas, especialmente con aquellos cercanos como Han y Jeongin. Sin embargo, parecía que pronto conocería a alguien más: Hyunjin.


Seungmin, tímidamente introvertido, veía disminuir su energía social en grandes grupos, pero con aquellos cercanos su personalidad cambiaba totalmente, a pesar de ello Jeongin, podía contarlos con los dedos de una mano, no más de siete personas a las cual había mostrado ese lado suyo. Cuando su energía social se agotaba, anhelaba el contacto físico o simplemente relajarse viendo una película o serie en la casa de Jeongin.

 Adoraba las fresas más que cualquier otra cosa, excepto tal vez su banda favorita, DAY6. Su película preferida era "Si tuviera 30", y tenía un profundo interés por el arte, especialmente la fotografía y los medios audiovisuales. Los golden retrievers eran su animal favorito, y el color morado su preferido. A menudo, Seungmin se sumergía en el juego Brawl Stars, donde, según Jeongin, se convertía en un "niño rata" divertido de molestar. Aunque odiaba insultar, lo hacia cuando jugaba ese juego.

Seungmin encontraba placer en los atardeceres y disfrutaba de simples placeres como comer fresas, escuchar a DAY6 y simplemente existir, a pesar de su tendencia a ser un poco perezoso y tener un alma que parecía la de un abuelo. A pesar de esto, era sorprendentemente optimista y, en los momentos adecuados, sarcástico. Jeongin admiraba profundamente la fortaleza mental de Seungmin. Era notablemente autónomo, realizando sus tareas sin depender de los demás, algo que sorprendía enormemente a Jeongin. Se preguntaba cómo Seungmin podía abarcar tantos roles y habilidades con tal destreza. Además, encontraba admirable el amor profundo que Seungmin sentía por los animales. Desde los perros callejeros a los que brindaba comida y afecto, hasta su ternura hacia los gatos, Jeongin no conocía a nadie más apasionado por los animales que Seungmin.Seungmin también destacaba por su habilidad para hacer que los momentos incómodos fueran menos pesados. Siempre sabía qué decir, mostraba comprensión y, lo más sorprendente, Jeongin había sido testigo del crecimiento del amor propio de Seungmin a lo largo del tiempo. Era una cualidad verdaderamente asombrosa de contemplar.

Se burlaba de Seungmin cuando trataba de lidiar con los nuevos términos juveniles, como los llamaba, y su pasión por las novelas románticas, a pesar de no haberse enamorado realmente. Jeongin disfrutaba burlándose de su escasa experiencia en el amor, pero siempre con una sonrisa ante las bromas y los consejos que Seungmin le ofrecía con cariño. Jeongin conocía a Seungmin de pies a cabeza, pero ahora se encontraba intrigado  por conocer una nueva faceta de su mejor amigo,  aun así no podría evitar sentirse tan desconsertado y quizá un poco triste. 

"Maldito manco de m-" Esbozo el pelinegro el cual no termino de terminar aquella grosería debido a que una almohada se estrello contra su cara, sacando a Seungmin del sumido enojo en el que se encontraba. 

"Eish, si tan solo mi mamá te escuchara decir eso dudo que vuelvas a rondar por mi casa" una sonrisa socorrona se asomo en los labios del menor.

"Vamos bebé pitufo, alguien tiene que cambiarse las ligas, espero que te hayas lavado los dientes" respondió el pelinegro, guardando el celular con rapidez para salir disparado por la puerta.

Jeongin frunció su ceño, ¿Por qué Seungmin no le habría devuelto el golpe con una almohada más grande? o quizá le habría devuelto un insulto algo así como, cállate niño rata, a su cambio solo tenía un sonriente y bobo pelinegro esperando por el en la puerta, mirándolo con intriga.

"¿Por qué te demoras tanto?" grito desde la puerta "¿que acaso te has convertido en un anciano?"

"Me desconcierta que tú no estés actuando como un anciano, abuelo Kim" emitió Jeongin cerrando la puerta de su casa, aún mirando con extrañeza a su mayor, que rayos le había pasado, porque lo estaba tratando como su nieto, o su hijo, o un hermano menor, o quizá recién se percato de ello...

Icorny

Estaba invernando no me linchen, feliz mes pride! 




dentist →[ʜʏᴜɴᴍɪɴ]੭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora