THE CAPTOR - MINAYEON G!P

VIII: Odio

Mina POV

—No creo que a tu hermana le guste eso—. Nayeon dijo desde la esquina.

—A Momo no le gustan muchas cosas—. Me encogí de hombros.

No sabía por qué Nayeon asumió que Momo era mi hermana, pero no hice nada para corregirla.

Desdoblé el papel arrugado que Nayeon me había sorprendido mirando. Últimamente he estado mirando la lista, mirando un nombre en particular. "Mi lista" estaba garabateado en la parte superior del papel con letra infantil. Hace años empecé la lista. Pude ver mi progreso de escritura conforme los nombres avanzaban. Realmente ya no podía llamarse una lista porque todo el papel estaba cubierto de nombres. A primera vista parecía desorganizado pero cada nombre estaba numerado.

Por supuesto, la lista era de personas que había odiado. No lo sabía entonces, pero estaba escribiendo una lista de personas para después matarlas. Cuando escribí los nombres era una niña, todo lo que sabía era que estas personas necesitaban ser recordadas por mí en el futuro. Ya sea porque me habían hecho una mala acción o eran tan desagradables que no podía soportarlo.

—¿Mi nombre está ahí? — Nayeon preguntó.

Mis ojos escanearon la lista y aterrizaron en el número dieciséis. Im Nayeon. Fue una de las primeras. Mi mente volvió al cuarto grado cuando me culparon por algo que Nayeon había hecho. Nayeon, una estudiante de primer grado en ese momento, sabía que no lo hice y eso fue lo que me hizo odiarla. Ella dejó que la gente pensara que me oriné en el piso del baño. Me reí, recordándolo. ¿Cómo podía esperar que una niña pequeña y tonta admitiera que se orinó en el baño?

La mayoría de las personas que están al principio de la lista están en ella por razones tontas como esa. Si no hubiera escrito sus nombres, probablemente ya habría olvidado a las personas y sus razones. Ya no sentía la necesidad de matarlos, solo decidí matar a Nayeon porque sabía que había pasado desapercibida en la escuela durante toda su vida. A nadie le importaría que desapareciera, nadie lo notaría.

—No. — Mentí. —No estás en esta lista—.

—¿Por qué me elegiste? — Preguntó y pude escuchar una ligera esperanza en su tono.

Probablemente quería alguna razón romántica como si la hubiera estado investigando durante años, pero en realidad, era la más indicada. Todos en la escuela la ignoraban o la odiaban. Su padre era un alcohólico que odiaba a Nayeon y ella no tenía ningún otro familiar. Nadie notaría su ausencia, por lo que podría ser asesinada sin mucha sospecha. La única razón por la que sabía mucho sobre Nayeon era porque vivimos en un pueblo muy pequeño y además por ese incidente cuando éramos niñas pequeñas. Si no me hubiera hecho nada, sería invisible para mí tal como lo es para todos los demás.

—¿A quién odias más en el mundo entero? — Pregunté.

Nayeon pensó unos instantes y luego dijo que a su padre.

—Pero tampoco he amado tanto a alguien como lo hago con él—. Ella dijo.

Me quedé mirando mi lista, sin prestarle verdadera atención. ¿Cómo podía Nayeon amar a su padre después de todo lo que le había hecho? Esos cortes en todo su cuerpo no eran nuevos. Eso probablemente significaba que Nayeon era una pequeña niña cuando recibió su primer castigo. Todavía era una niña, pero debe haber sido mucho más pequeña cuando estuvo expuesta a tales abusos.

—¿A quién odias más? —Nayeon me preguntó.

Mis ojos vagaron al primer nombre en la lista, la persona que había querido matar últimamente.

—Lo verás muy pronto—. Hice una pausa y luego agregué: —Si no te mato antes—.

—¿Por qué no los mataste primero? — Preguntó, molesta por mi comentario, pero lo ignoró.