Ashley....
Aún recordaba cómo se escuchaba su nombre saliendo de sus labios. La forma en que él modulaba, los hombros tensos y la mandíbula apretada llamaron rápidamente su atención en aquel momento aun cuando la situación en la que ambos se encontraban no era la ideal para estar atenta ante este tipo de actitudes.
Alzó sus piernas sobre la silla giratoria y las abrazó lo más fuerte que pudo, tratando de conseguir esa contención que le faltaron toda la semana. Ashley había pasado muchas horas seguidas en ese estudio de grabación escuchando los temas que aún temía revelar ante su representante. Generalmente, solía incomodarle alguna que otra nota alta forzada o un ritmo que no cuadraba con lo que la letra representaba.
Esta vez era diferente.
Ashley siempre admiró a aquellos artistas que eran capaces de desahogarse en sus letras, en sus producciones, en la forma de tocar unas simples cuerdas de guitarra. Nada en el mundo podía sonar más bello que escuchar un simple acorde de guitarra tocado con todo el sentimiento del guitarrista, con toda la pasión detrás de la música. No había un día en que no viera una presentación en vivo de cualquier niño que, aun teniendo una fuerte historia detrás, esforzaba librar sus emociones a través de las melodías de un piano, de una flauta, de una melodía pronunciada por sus jóvenes cuerdas vocales.
A Ashley le sorprendía que hasta un niño pudiera desahogarse en la música, que era el lugar donde más amaba en el mundo entero, pero ella no podía. Desechó los audífonos sobre la consola. Ella no soportaba volver a escuchar su propia voz sin poder transmitir lo que su propia letra decía.
El productor de aquella canción oculta le había encantado la letra, la melodía, le fascinó todo. Él no podía estar más agradecido por trabajar con Zurzets quien, sin esforzarse, hacía más de lo necesario para superar las expectativas del público. Él había frotado sus manos más de una vez, satisfecho con cada línea que había grabado de Ashley. Sin embargo, a la única que no le convencía la canción, ni la letra, ni la melodía, era la propia cantante.
El pelinegro se asustó al ingresar a la habitación. En ese instante, Ashley había soltado un gran golpe al escritorio, frustrada por no estar satisfecha.
—El escritorio no tiene la culpa de tu capricho. —Soltó el productor con una mirada seria, reprochando a Ashley por su actitud inmadura, y por golpear lo que, para él, es su lugar de trabajo. —Ya tienes el álbum terminado. Espera al menos una semana y ver la reacción del público para trabajar en otro tema. —Suplicó.
—Tengo cosas que decir en mis temas, pero no encuentro la forma de expresarlo.
—Quizás tengas que estar acompañada de otros artistas que sí puedan hacer eso que tú buscas. Jeon Jungkook de BTS aún espera que lo llames para hacer la colaboración con su video musical.
—Pues, que espere sentado. Aún no estoy lista para colaborar con nadie. Apenas comienzo mi carrera, necesito conocerme más como artista.
El productor volvió a causarle gracia la infantilidad de Ashley en cuanto volvió a mencionar el nombre del exitoso coreano que estaba detrás de ella pidiendo una colaboración. ¡Por Dios Santo, ella ni siquiera tenía que cantar! Solo actuar en el video de Seven en la versión explícita.
Esta chica era un caos al manejar su propia carrera, y por eso también, al productor le encantaba trabajar con ella. Un poco de diversión en el trabajo (sin ningún sentido de perversion) no hacía mal.
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Global Shipe ▪︎ JK ▪︎ Jeon Jungkook
FanficLa carrera de Jungkook como artista solista despegó, alcanzando niveles de fama incomparables. De la misma manera, el resto de los integrantes de su grupo rompieron records en diferentes categorías de varias premiaciones reconocidas internacionalmen...