Gemini había dormido de maravilla aquella noche.No sabía separado ni un segundo de Fourth . Era tan cálido y tranquilizante estar junto a él. Esa noche supo que le gustaba poner su cabeza en su pecho y escuchar sus latidos para saber que no estaba solo.
Abrió los ojos lentamente pero se quejó al sentir un gran dolor en su ojo izquierdo. No lo podía abrir siquiera.
De repente recordó lo que ocurrió anoche. Llevó una mano a su garganta y su mirada fue a ningún punto en concreto.Había hablado.
Quiso intentar de nuevo pero le salió una voz rota y ronca. Ni siquiera se parecía a la que el recordaba.
Siguió tratando de hablar pero le comenzó a doler la garganta.
Escuchó unos pasos acercarse y se encontró con Fourth con una bandeja en sus manos.
-¿Ya estás mejor? -Preguntó dejando la bandeja en la mesilla. El solo asintió y quiso hablar pero el contrario lo interrumpió sentándose a su lado.-Primero toma esto, ¿Si? —Le tendió la taza. —Es té con miel, para tu garganta. -Explicó brevemente recogiendo sus piernas para sentarse más cómodo en la cama.
Gemini hizo una mueca de asco al probarla. No le gustaba. Aquello hizo que el bajito se carcajeara.
-"Es muy feo." —Replicó el pelinegro queriendo dejar de la taza pero Fourth le decía que debía tomarla.
-Vamos, te ayudará un poco con la voz. - Aunque lo había dicho sin mala intención pero pronto se dio cuenta de lo dicho. Desvió la mirada avergonzado.
Un silencio incómodo llenó la habitación. Fourth no quería decirle nada aunque quisiese saber la verdad.
-"Me secuestraron." —Soltó dejando en la mesilla la taza. -"Fue en invierno."-Se sentía listo para contarle su historia por fin.
Levantó su mirada para buscar aquellos ojos levemente diferentes que amaba.
El lo observaba con atención. En forma apoyo, llevó su mano a su pierna para acariciarla con suavidad.
-Sabiendo que tenía su total atención y lo dejaría hablar, continuó con su relato.
-Decidió saltear los detalles de tortura, sabía que no podría decirlo. Cuando hizo una pequeña pausa, se dió cuenta que Fourth sollozaba suave.
-No... no te mereces lo que ocurrió. -Dijo sorbiendo su nariz, aún las lágrimas no caían. —Es totalmente injusto que te pase a ti y que luego te traten así.
Fourth tenía muchos sentimientos. Tristeza, preocupación, odio y furia. Los dos últimos eran por culpa de ese tal Prom.
Ni siquiera lo conocía pero lo odiaba con toda su alma por ser una persona tan... horrible.
-¿Enserio te dijo todo eso? -Preguntó en un hilo de voz.
El solo asintió desviando la mirada del castaño.
Estaba avergonzado y con ganas de llorar al hablarle por primera vez a alguien más sobre lo que le ocurrió. Tenía mucho miedo de que reaccionara igual que Prom y que fuese verdad lo que él decía.
-Gemini. -Lo llamó haciendo que lo mirara a los ojos.-Jamás. Nunca pienses que eres inútil. Todo lo que dijo es pura mentira porque eres la persona más increíble y fuerte que he conocido. -Tomó con delicadeza su rostro. —Eres perfecto tal como eres y no hace falta que alguien te lo diga.
¿Por qué?
¿Por qué le decía aquellas cosas tan lindas cuando no se las merecía?
Ni siquiera merecía tener a alguien como Fourth a su lado.
Pero lo amaba demasiado para separarlo de él.
Él solo asintió sin saber que decir al respecto. Fourth entendía aquel asentimiento así que le pidió que siguiera con la historia.
Le contó todo. Absolutamente todo.
Desde las noches de insomnio debido al miedo a despertar en aquella horrenda habitación desde las sesiones que odiaba por que no podía hablar aunque lo intentara de veces.
-¿Dejaste la terapia? -Preguntó sorprendido.
-"Eran una pesadilla." —Respondió con simpleza.-"Odiaba despertar para tener las mismas sesiones que no ayudaban."
-¿Por cuánto tiempo fuiste?
-"Unos meses." —Desvió su mirada avergonzado. No quería ver aquellos ojos llenos de decepción. -"iPero gracias a ti me siento meior!" .-Sonrió levemente. Fourth se sentía halagado de que su pareja se sintiese bien a su lado.
Pero había algo mal.
—Gem. —Tomó sus manos y las dejó entrelazadas en su regazo. —Sé qué crees que está bien que te sientas bien a mi lado, ¡Y lo está! —Explicó con voz suave para que Gemini no se alterara. —El problema es que yo puedo hacerte sentir bien y cómodo pero no será permanente.
El pelinegro no entendía a que se refería.
Como si le leyera la mente, continuó hablando.
-Lo que quiero decir es que necesitas regresar a un psicólogo porque yo no puedo ayudarte de esta forma.-Terminó de decir y Gemini comenzó a negar la cabeza separándose de él. —¡Gem, escúchame por favor! -Se levantaron de la cama y Fourth lo siguió hasta la cocina. Una vez ahí lo tomó del hombro para que pare.
-¡Me abandonarás como ellos! -Exclamó gritando.
Fourth se congeló en su lugar abriendo los ojos de la sorpresa. Sin pensarlo, lo envolvió en sus brazos en un abrazo.
-Jamás te abandonaré. -Susurró dolido.-Pero de verdad debes volver. Y cuando juntes el valor de ir, yo estaré a tu lado. —Lo separó y pudo ver como sus ojos negros se habían cristalizado. —Te amo mucho pero, aunque quisiera, no soy un profesional para ayudarte. Yo solo puedo apoyarte cada día de mi vida.
Con aquellas palabras, Gemini se rompió finalmente.
Una lágrima cayó seguida de otra y otra, hasta que comenzó a sollozar.
Escondió su rostro en su cuello y Fourth lo guió hasta el sofá. Una vez ahí, Gemini se acurrucó en su cuerpo y lloró.
Lloró por su pasado, lloró por los insultos que recibió, lloró por la frustración de no hablar, lloró de lo que tuvo que aguantar por un año, lloró porque no merecía a Fourth.
Simplemente lloró mientras que el castaño le cantaba y le hablaba suavemente prometiendo estar a su lado.
Y él le creyó cada palabra.
Por que lo amaba.
. ✧˖°. ♪
Esperen el epilogo !!.
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A silence between us || GeminiFourth
RomanceEl silencio puede ser muchas cosas. Puede ser asfixiante, incómodo o incluso maravilloso. Para Gemini, el silencio fue su forma de protegerse de todos a su alrededor luego de lo que había pasado. Aunque no tuvo previsto que alguien pudiese romper su...