Extra Capítulo 02: Parte 03 (15-07-2024)

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Pov Nadie:

La última vez que estuvieron juntas, Khun Nueng sintió que le faltaron horas para poder adorar como se debía el cuerpo que ahora se encontraba debajo del suyo nuevamente, en ese momento ella se había confiado de que quizás al día siguiente si podría hacerlo, sin embargo no lo pudo hacer y ahora, temiendo la llegada de la mañana, ella haría todo para que Anueng pudiera subir al cielo y bajar al mismo infierno por el placer y amor que le brindaría, quería hacerla sentir bien y compensar sus primeras veces juntas, obviamente no las cambiaría por nada, eran especiales a su manera, con la única cosa en común y que si tuviera el poder, sin dudarlo cambiaria y eso eran obviamente las mañanas siguientes, si pudiera habría cambiado lo que hizo y dijo aquella primera mañana juntas, si tan solo hubiera hecho las cosas diferentes nada de lo que pasó después hubiera ocurrido y ellas no se tendrían que haber distanciado tanto tiempo.

Una vez que el último botón estuvo desabrochado, la mayor se separó un poco de su amada y su mirada al instante bajo hacia el pecho de la otra castaña, el cual aún estaba cubierto por el pijama pero debido a que ahora estaba abierto, podía verse el contorno de sus suaves pechos, que aunque fueran más pequeños que los suyos, eran perfectos para sus manos y la volvían loca desde la primera vez que los vio, sintió y probó, realmente cada parte de Anueng era el paraíso para ella y nunca podía tener suficiente; Khun Nueng no esperó mucho más tiempo y de forma lenta deslizó la tela para dejar al descubierto la parte superior de la castaña más baja, la cual se estremeció un poco cuando el aire fresco de la habitación entro en contacto con su piel y sus pezones sensibles, los cuales poco después comenzaron a ser atendidos por la mayor, quien al instante tomo el pezón izquierdo en su boca mientras el derecho lo atendía con los dedos de su mano izquierda, provocándole suaves gemidos a Anueng, los cuales intentaba callar al apretar sus labios pero con cada succión o ligera mordida la hacía volver a gemir.

Por unos minutos Khun Nueng estuvo alternando entre ambos pezones para darles la misma atención, dejando uno que otro chupetón en su camino, amando como es que la piel más pálida de su chica comenzaba a enrojecerse un poco por sus chupetones, dejándola marcada por ella, cosa que hacía que su lado posesivo saliera a flote, ya que solo ella podría hacer aquello; una vez que dejó ambos pezones bien atendidos y erectos, Khun Nueng volvió a hacer su ascenso hacia los labios de la menor, apoyando su peso en ambas manos a cada lado de la cabeza de la más baja, la cual movió sus manos a los hombros de la otra y apretó la tela de la camisa que aun tenia puesta, al mismo tiempo que su boca volvía a ser besada lenta pero profundamente, a medida que el beso subía de intensidad, Anueng se sentía cada vez más caliente si es que podía ser posible, podía sentir su intimidad completamente húmeda y necesitada por algún tipo de alivio, el cual aún no le era concedido de ninguna forma, y en un intento por no tomar el asunto en sus propias manos, comenzó a mover y apretar sus manos en los hombros aún cubiertos de la mayor, cosa que la frustro un poco y la hizo querer sacarle la camisa en ese mismo momento para poder sentirse piel con piel finalmente.

Mientras su boca era devorada por aquella más dominante y experimentada, Anueng movió sus manos hacia el cuello de la camisa de la mayor, desabrochando los primeros dos botones con éxito, casi sin poder contenerse más y mientras continuaba desabrochando el resto de botones con su mano izquierda, con la derecha comenzó a recorrer las clavículas ahora un poco más expuestas, sin embargo y cuando su Ar-Nueng le mordió el labio antes de volver a atacar su cuello con avidez, Anueng soltó un gemido y como un acto reflejo, apretó ligeramente el cuello de la mayor, provocando un bajo jadeo de esta, algo que llamó la atención de Anueng, pero cuando iba a preguntar, la más alta mordió su hombro y aquello hizo que terminara echando su cabeza hacia atrás mientras gemía; a Anueng le encantaba que su Ar-Nueng la mordiera, que fuera un poco más brusca, simplemente le encantaba todo lo que le hacía, pero también le daba algo de vergüenza los sonidos que aquello le provocaba, y en su rostro se notaba ya que siempre se sonrojaba furiosamente, como en ese mismo momento.

Ten Cuidado Con Lo Que Dices - Fayeyoko (Nueng²)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora