Ella podía ser catalogada como una bestia fácilmente. Esclava de sus instintos, pero aún más esclava de lo que sus ojos añoraban como la mejor de las fantasías. Los más conservadores podrían alegar que su loba estaba enferma por desear tanto a otro alfa, pero eso era lo menos que le importaba. Mucho menos con una alfa como Jihyo. Tan imponente, tan sexy, tan ruda, tan grande. Y su dulce amiga omega, Sana, que le daban ganas de profanar cada segundo. Ambas tan dulces, tan sensuales.
La tensión en el aire era palpable, cargada con la mezcla de deseo y satisfacción que se había apoderado de las tres. Tzuyu, recostada y sintiendo el peso de sus acciones, observaba a sus compañeras con una mezcla de adoración y lujuria. Cada movimiento de Jihyo y Sana despertaba en ella una necesidad insaciable, un hambre que ninguna cantidad de sexo parecía saciar completamente.
Jihyo, con su presencia dominante y su cuerpo esculpido, era un espectáculo para la vista. La forma en que su musculatura se movía bajo su piel, la determinación en su mirada, todo de ella gritaba poder y control. Y sin embargo, había una vulnerabilidad en sus ojos cuando miraba a Tzuyu, una aceptación silenciosa de su propio deseo.
Sana, por otro lado, era un contraste perfecto. Su dulzura y su sensualidad natural la hacían irresistible. Había una devoción en la forma en que se entregaba a Tzuyu y a Jihyo, una disposición a satisfacer y ser satisfecha que la hacía aún más atractiva.
Como había prometido a la dulce omega, iba a follarla sin sentido de nuevo. A introducirse en ella como si fuese su pequeño contenedor de semen. Sana se acostó boca arriba en la cama de nuevo y abrió las piernas, su cuerpo temblando con la anticipación. La alfa ya tenía la verga parada y estaba lista para penetrarla tanto. Se puso encima de la omega, su mirada intensa y cargada de mucho deseo. Pasó su glande por su clítoris, frotándolo lentamente, arrancándole gemidos a Sana, luego se posicionó en la entrada y entró con cuidado, sintiendo cómo las paredes de Sana se ajustaban alrededor de su polla.
Empezó a moverse lentamente, estableciendo un ritmo que fue incrementando gradualmente. Cada embestida era más profunda, más intensa, y los gemidos de Sana llenaban la habitación.
"Eres tan apretada, Satang", murmuró Tzuyu entre jadeos, su cuerpo moviéndose dentro como si fuese su hogar. "Tan perfecta para mí".
Sana solo gemía suavemente mientras la alfa llevaba un ritmo moderado, no muy lento y no muy rápido, permitiendo que la omega disfrutara de cada embestida. Sana agarraba sus piernas para mantenerlas abiertas, ofreciéndose completamente a Tzuyu. La escena era de pura lujuria y deseo, y los gemidos suaves de Sana llenaban la habitación, mezclándose con los jadeos de Tzuyu.
Entonces, una ya excitada Jihyo se acercó a ellas con intenciones de unirse. Se acercó a Tzuyu y le besó salvajemente, sus lenguas entrelazándose en una danza de pasión. Después de separarse, Jihyo se movió al borde de la cama, donde la cara de Sana estaba ladeada, su boca abierta en una mueca de placer.
Jihyo le acercó su polla hinchada y dura a la boca de Sana, sus ojos llenos de lujuria. "Quiero que me tragues otra vez, quiero verte a mi disposición, gatita".
La omega, que gemía suavemente, solo supo abrir la boca para recibirla. Jihyo empujó su verga lentamente en su boca, disfrutando de la sensación cálida y húmeda mientras esta la tomaba ansiosamente, chupando con una necesidad casi desesperada.
Tzuyu, viendo cómo Sana manejaba ambas situaciones con una facilidad y entrega que solo la excitaban más, comenzó a aumentar el ritmo de sus embestidas, haciendo que la cama se moviera con cada empuje. Sana gemía alrededor de la polla de Jihyo, sus ojos cerrados mientras disfrutaban de ambas penetraciones.
"Así, Sana", jadeó Jihyo, su mano acariciando el cabello de la omega. "Trágala toda, sé buena para mí".
Sana respondió con más intensidad, succionando con fuerza mientras sus gemidos se ahogaban en la acción. Jihyo comenzó a mover sus caderas, follándole la boca con movimientos rítmicos y precisos, sincronizándose con el ritmo que Tzuyu imponía en sus embestidas.
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RHODE. || Sahyotzu Omegaverse (Adaptación)
Fanfiction❝Tzuyu era una alfa que necesitaba de ayuda de su dulce amiga omega. Sana no llegaba a su socorro y en el calor de su desesperación descubrió qué tipo de alfa ella era. Era una vaquera, metafóricamente hablado. Entonces Sana por fin llegó. Y el rod...