12.

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Violeta sintió la soledad de la cama y sonrió pensando en que Chiara quizá estaba de nuevo intentando prepararle el desayuno, la verdad es que cuando la vio el día anterior en la cocina peleando con la cafetera se quiso morir de amor allí mismo y pedirle que vivieran juntas así en modo tiempo lesbiano a saco. Se quedó unos segundos intentando escuchar a ver si se oía algo, pero entonces se dio cuenta de que le apartamento estaba en completo silencio y aquello le pareció raro, ¿dónde estaba Kiki? Salió de la cama para dirigirse al comedor y la vio en el pequeño balcón, tenia el móvil en las manos y parecía estar concentrada escribiendo, una nueva canción seguro.

—Buenos días. —Susurró a su oído.

Good morning.

Se sentó a su lado con una taza de café y le ofreció la otra que llevaba, Chiara le sonrió y la aceptó, quizá era solo cosa suya pero a Violeta le pareció leer cierta tristeza en sus ojos que no le gustó nada.

—Qué pasa?

Nothing, I'm fine... Well... Tengo que decirte algo importante.

Violeta se tensó, algo en la voz de la morena la puso en alerta y supo que lo que tenía que decirle no le iba a gustar.

—Anoche me escribió Ruslana, la obra de teatro en la que trabajamos y que comenzaba sus ensayos a finales de mes han decidido adelantar los tiempos, algo del uso del teatro... So... I need to go back today.

Violeta suspiró de alivio, por un momento había pensado que iban a ser malas noticias de verdad, que la dejaba, que se lo había pensado mejor y no podía con eso, que estaban yendo demasiado rápido, millones de malas ideas se le pasaron por la cabeza y ahora suspiraba porqué saber que solo era eso le provocó un alivio sincero que Chiara no parecía entender del todo.

—Perdón, es que pensaba que... Nada da igual, ¿a qué hora tienes que irte?

—El vuelo sale por la tarde.

—Entonces aun tenemos unas horas. —dijo Violeta sonriéndole.

Do you not mad?

—Mad? Why I would be mad?

—Because I have to leave... And I thought...

—Kiki no es como que te quieras ir o nada, es trabajo y lo entiendo. —Violeta dejó un beso en sus preciosos labios— Me gustaría tener toda la semana como habíamos planeado, claro que sí, pero a veces la vida es así y no pasa nada.

Chiara se sintió muy idiota en ese momento, se había pasado la noche sufriendo por como contarle aquello a Violeta, de hecho no había dormido nada imaginando escenarios en los que la pelirroja le gritaba o la mandaba a freír espárragos por dejarla antes, pero ahora entendía que aquello habían sido solo sus propios miedos y que lo único que habría tenido que hacer era contarle desde el momento en que le entró el mensaje y ya está. Les quedaban unas horas y pensaban aprovecharlas, Violeta aun tenía muchas cosas que mostrarle de Granada.

Y como siempre pasa con el tiempo, cuando quieres que pase lento no te hace ni caso y antes de que quisieran darse cuenta se estaban despidiendo en el aeropuerto porqué Violeta había insistido en acompañarla aunque Chiara le dijo por activa y por pasiva que no era necesario, que podía ir sola y que de todos modos ahí iban a estar Rus y Omar o eso pensaba ella.

—¿Cuándo regresas? —Preguntó la inglesa con su cabeza apoyada en el hombro de Violeta y mirando sus manos unidas.

—Me queda aun una semana y algún día más, creo que aprovecharé para estar con mis padres unos días, pero no muchos. —Hizo un puchero.

Mis canciones para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora