Capítulo Único

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Este OS toma lugar en el mismo universo que mi fanfic "Atrevido", pero no es canon para esa historia.

Dedicado a drvcomalfoy y lylisama porque estamos carreando este ship wtf
Impriman más 1181

[★]












Era extraño cuando un jueves se sentía como domingo, pero Oscar no se quejaba. Había tenido la bendición de despertar a buena hora sintiéndose descansado y de buen humor, había tenido un gran sueño (aún si ya no lo recuerda), y en la cocina lo esperaba un plato de comida casi recién hecha por su amado novio. La vida no podía ser mejor. Bueno, sí podía, si tuviera a Checo a su lado, pero el hombre ya le había avisado el día anterior que tenía unas vueltas, por lo que la ausencia del mexicano no le extrañaba.
Oscar comió con tranquilidad disfrutando de un buen video de youtube (no podía comer sin un vídeo), y en cuanto terminó, decidió darse una ducha.

Cuando salió del baño, solo con sus boxers puestos y con la toalla en su cabeza, se dirigió a la habitación que comparte con Checo, solo para encontrar en la cama arropado al hombre. No podía ver su rostro, pero su cabellera lo delataba. Oscar sonrió y se acercó, aún si se sentía confundido pues en ningún momento escuchó la puerta de la casa o a Sergio anunciar su llegada como siempre hacía.

— ¿Cansado? — preguntó mientras posaba una mano sobre el hombro cubierto de Sergio y le plantaba un beso en la cabeza.

Lo que Oscar no esperaba era ser fuertemente empujado y un grito que hizo retumbar sus oídos.

¿¡Qué te pinches pasa!? ¿¡Quién chingados eres!? — exclamó la inconfundible voz de Sergio pero algo no estaba bien.

Ahí, frente a Oscar, mirándolo con una mezcla de confusión, enojo y cautela, se encontraba Sergio, su cabello ligeramente más largo, sus facciones más suaves y 10 años más joven.

¿Qué diablos está pasando?

Ante la falta de una respuesta, Sergio - ¿Sergio? se levantó, aparentemente con toda la intención de recurrir a la violencia si era necesario, en reflejo, Oscar levantó las manos hacia enfrente, apenas dándose cuenta que había terminado en el suelo.

— ¡Checo, espera!

— ¿¡Cómo sabes mi nombre!? ¿¡Quién eres!? — Sergio no detuvo su andar, por lo que Oscar se levantó rápidamente y comenzó a retroceder cada pasó que Checo daba. El mexicano no vaciló ni un solo momento aún cuando notó que el extraño ante él era más alto. — ¿¡Cómo entraste a mi casa!?

— ¡Por favor espera, lo puedo explicar! — Oscar era una persona que solía mantenerse tranquila aún en situaciones de estrés, pero algo en esta situación lo tenía con los nervios de punta, quizá el ligero ardor al ver que su pareja (¿Siquiera era su Sergio?) no lo reconocía.

El australiano sintió el frío de la pared golpear su piel desnuda, y se estremeció, se vió acorralado cuando el mexicano, firme, se paró frente a él.

— Explica.

Oscar abrió la boca, pero nada salió. Dijo que podía explicarlo, ¿pero explicar exactamente qué? Ni siquiera sabía qué estaba pasando, si el hombre frente a él era quien decía ser, cómo siquiera esto era posible. Era demasiado confuso, le empezaría a doler la cabeza si seguía intentando comprender, por lo que concluyó que lo mejor sería empezar por lo más básico.

— Soy Oscar, — dijo. — Piastri, Oscar Piastri. Nos conocemos, somos - somos pareja. — aquello último no pareció gustarle al mexicano.

— ¿Pareja? ¡No tengo idea de quién eres, "Oscar"! — Checo se cruzó de brazos, sintiéndose cada vez más y más desconfiado del joven frente a él.

Doble | 1181 OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora