Detrás de la máscara

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El timbre del colegio resonó, anunciando el inicio de una nueva jornada. Los estudiantes se apresuraban por los pasillos, riendo y conversando animadamente. Chiara y Violeta, aunque compartían clases desde hacía años, parecían habitar mundos diferentes.

Chiara se sentaba en la parte trasera del aula, observando atentamente a Violeta. Sus pensamientos giraban en torno a ella, al modo en que su cabello brillaba bajo la luz. "¿Cómo es posible que no se dé cuenta de lo que siento?", pensaba Chiara, suspirando mientras fingía concentrarse en el libro frente a ella.

Violeta, por su parte, estaba inmersa en una conversación con sus amigas. Denna, y Naiara, que reían y compartían anécdotas del fin de semana. Violeta tenía una presencia magnética. Pero, irónicamente, esta misma habilidad la mantenía ajena al amor de Chiara.

Durante el recreo, Chiara intentó una vez más acercarse a Violeta. Se unió a un grupo cercano, esperando una oportunidad para iniciar una conversación. Ruslana, su mejor amiga pelirroja y siempre llena de buen humor, la animaba.

- ¡Vamos, Chiara! Hoy es el día. Seguro que puedes hablarle-, decía Ruslana, dándole un suave empujón.

- "Sí, lo sé" -, murmuró Chiara, tratando de reunir valor. Pero cada vez que intentaba acercarse, algo se interponía.

En la cafetería, Chiara finalmente se sentó a poca distancia de Violeta y su grupo. Ruslana, a su lado, hablaba animadamente con Martín y Juanjo.

- ¿Vas a la fiesta de máscaras esta noche?- , preguntó Martín.

- Sí, voy a ir- , respondió Chiara, aunque su mente estaba en otro lugar.

"Será la oportunidad perfecta", pensó, imaginando cómo podría destacar entre la multitud.

En la otra mesa, Violeta discutía los planes para la noche con sus amigas.

- Será divertido- , dijo, sus ojos brillando con anticipación.

- ¿Qué tipo de máscara llevarás?-, preguntó Denna.

- No estoy segura aún- , respondió Violeta, mirando a su alrededor fijándose en la intensa mirada de Chiara, quien apartó la mirada rápidamente dejando a Violeta confundida.

La tarde pasó rápidamente y las clases terminaron. Chiara se fue a casa con un torbellino de pensamientos. "Esta noche tiene que ser diferente", se repetía. "De alguna manera, tengo que lograr que Violeta me vea".

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La mansión estaba deslumbrante, decorada con luces y adornos que creaban un ambiente mágico. Los invitados, todos con máscaras elaboradas, se movían al ritmo de la música mientras las risas y conversaciones llenaban el aire. Chiara, con una máscara en forma de mariposa que cubría la parte superior de su rostro, se mezclaba entre la multitud, buscando a Violeta.

Violeta, vestida con un elegante vestido negro y una máscara dorada, exploraba la fiesta con Denna y Naiara a su lado. -

- ¡Mira esa máscara!-, exclamó Denna, señalando a Chiara. -

- Es hermosa, ¿no crees?-

- Sí, lo es- , respondió Violeta, intrigada por la figura misteriosa que irradiaba una atracción magnética. Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia Chiara, su corazón latiendo con fuerza.

- Hola- , saludó Violeta, intentando ver más allá de la máscara. -

- Tu máscara es impresionante. No creo haberte visto antes en otras fiestas.-

Chiara sonrió, su voz apenas un susurro.

- Gracias Violeta -

Violeta se quedó atónita.

- ¿Me conoces?-

Antes de que Chiara pudiera decir algo más, la música aumentó de volumen y alguien interrumpió la conversación. Violeta intentó seguir a Chiara, pero la misteriosa mujer se desvaneció entre la multitud.

Durante toda la noche, Violeta buscó a la chica de la máscara de mariposa.

- Tengo que encontrarla-, dijo a sus amigas.

- Hay algo en ella... algo especial. -

- Entonces ve y encuéntrala - , insistió Naiara. - Quítale la máscara si es necesario.-

- Sí, lánzate - , añadió Denna, riendo. - ¡No tienes nada que perder!-

Mientras tanto, Chiara se refugiaba en el baño, sus pensamientos y ansiedad consumiéndola. "¿Por qué es tan difícil?", se preguntaba, quitándose la máscara para respirar profundamente. Mirándose al espejo, sintió una mezcla de miedo y esperanza.

En ese momento, la puerta del baño se abrió y Violeta entró, sorprendida al ver a Chiara. 

- Chiara, ¿eres tú? - preguntó, acercándose con cautela.

Chiara se volvió, sus ojos verdes brillando con una mezcla de emociones.

- ¿Me conoces?-

- Claro! la guiri no?-

Las dos comenzaron a hablar, la conversación fluyendo naturalmente. Violeta se sorprendió de lo fácil que era hablar con Chiara, sintiendo una conexión creciente con cada palabra. Rieron, compartieron historias y, al final de la noche, Violeta sintió algo nuevo y profundo.

Violeta sin pensarlo más, se inclinó y besó a Chiara, un beso lleno de deseo y ternura. Chiara respondió con igual pasión, sus corazones latiendo al unísono.

- Llevo deseando esto desde que te ví en el instituto- decía Chiara con la voz entrecortada.

- Yo también, deseaba a la chica de la máscara de mariposa- dijo Violeta - esa misma mirada bajo la máscara ya la había visto y también sentía deseo a una mirada que sentía por el instituto a la cuál no le tenía rostro, ahora si lo tiene - suspiró antes de dejarle un casto beso en los labios. - y me encanta-

Se volvieron a besar más fuerte y con un deseo más grande que antes.

- ¿Vamos a mi casa?-, susurró Chiara, y Violeta asintió, sus ojos brillando con emoción.

Al llegar a la casa de Chiara, el ambiente era íntimo y cálido. En la habitación de Chiara, las luces suaves creaban un aura de tranquilidad. Violeta miró alrededor, notando los detalles personales que hacían de este espacio el refugio de Chiara.

Se miraron a los ojos, y sin necesidad de palabras, supieron lo que ambos deseaban. Chiara acarició suavemente el rostro de Violeta, sus dedos trazando líneas delicadas. Violeta respondió besándola con más intensidad, sintiendo la conexión profunda que las unía.

Las ropas se deslizaron lentamente, dejando al descubierto sus cuerpos, vulnerables y hermosos. Chiara, con una mezcla de timidez y deseo, guió a Violeta a la cama, sus cuerpos encontrándose en un abrazo apasionado. Los besos se volvieron más urgentes, las caricias más profundas. Chiara recorrió el cuerpo de Violeta con sus manos, memorizando cada curva, cada reacción.

El amor que hicieron fue una danza de emociones, un intercambio de suspiros y murmullos. Violeta se dejó llevar por las sensaciones, sintiendo cada toque, cada beso como una declaración de amor. Chiara, a su vez, encontró en Violeta una respuesta que superaba todas sus expectativas, una unión que parecía destinada desde siempre.

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Holiii, díganme si les gusta esta historia para publicar másssss!!!

un besot <3 

kivi - one shot's-Where stories live. Discover now