escandaloso ── 𝐉𝐈𝐊𝐎𝐎𝐊

Capítulo 21

JungKook POV

¿Jimin estaba bromeando? Pasar un par de noches con él a solas en cualquier sitio era un sueño, y nada menos que en el Hotel Plaza. No hacía falta retorcerme el brazo. Iría de buena gana... y con suerte más de un par de veces.

Empecé a hacer la maleta en cuanto me mandó el mensaje, intentando mantenerme ocupado mientras esperaba ansioso su siguiente mensaje.

─¿Vas a algún sitio? ─Yoongi se apoyó en la puerta de mi habitación, viéndome doblar un par de pantalones y ponerlos ordenadamente en mi bolsa.

─Tal vez.

Tomé otro par de pantalones de una percha, aunque no pensaba ponerme nada si podía evitarlo.

Los ojos de Yoongi se entrecerraron al verme añadir el segundo par a la bolsa. ─¿No tienes clase mañana?

─¿No eres tú el que siempre me dice que viva un poco?

Yoongi sonrió, viéndose algo satisfecho de sí mismo. ─Me alegra ver que por fin sigues mi consejo.

─Sí, bueno, no ocurre a menudo, así que deberías disfrutar de este momento.

─Oh, lo estoy haciendo. ─Parecía contentarse con quedarse allí observando mientras se cruzaba de brazos─. ¿Vas a decirme adónde vas?

Mi mente se agitó mientras intentaba pensar en una buena coartada. Mis pensamientos se dirigieron automáticamente a Yejin, pero sabía exactamente dónde estaba en ese momento, y eso no iba a funcionar. ─Sólo un viaje rápido al norte del estado con la familia.

Cuando Yoongi resopló me di cuenta de la mierda de excusa que era. Como si alguna vez hubiera ido de viaje de fin de semana con mi familia, especialmente uno que abarcaba un día escolar.

─Eres un mentiroso terrible, JungKook.

─Y tú eres increíblemente entrometido. ¿No tienes otro sitio donde estar?

─De hecho, sí. ─Empujó la puerta─. Diviértete, amigo.

Con un guiño, se fue, y terminé de empaquetar en silencio, esperando mi siguiente instrucción.

FILTH

Encuéntrame en el vestíbulo del Plaza, 6 p.m.

★ ★ ★ ★

Me pare delante de la fuente del Pulitzer, al otro lado de la calle del emblemático hotel, unos minutos antes de las seis, con la bolsa al hombro y sintiéndome fuera de mí por la expectación. Aunque el Plaza estaba a menos de veinte minutos a pie de mi casa, me sentía como si estuviera a punto de entrar en otro mundo. Un mundo que no quería que los demás conocieran, para mantenernos en una burbuja privada mientras estuviéramos aquí.

Que era exactamente por qué había caminado en lugar de llamar a Kang. No me cabía duda de que Yoongi habría acosado a muerte a nuestro pobre conductor para conseguir los detalles de adónde me había llevado.

Después de comprobar de nuevo mi teléfono, lo metí en el bolsillo de mi abrigo y crucé la calle. La acera bajo el toldo de la entrada estaba abarrotada de gente que llegaba y se marchaba en coche, y me escabullí entre todos ellos con la esperanza de no encontrarme con ningún conocido. Era poco probable que se quedaran, pero el Plaza presumía de una impresionante decoración navideña y del bar de champán que sabía que a mi madre le gustaba frecuentar después de pasar todo el día de compras en Gangnam.