psicópata [choi beomgyu y tú ]

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Pov somi

Mi teléfono sonaba como loco por las llamadas y mensajes de jungkook, las cuales no contestaba por lo molesta que estaba

Estaba parada justo al frente de unos de los clubs más famosos de corea

-Bueno no creo que a nadie le moleste que llegue muy tarde a casa—dije adentrándome a él club el cual se podía escuchar la música desde afuera—total no me van a extrañar

Al entrar pude ver un ambiente distinto a cuál estaba acostumbrada. No es que nunca Haiga ido nunca a una fiesta en un club, pero este era diferente

Personas consumiendo drogas, alcohol y otros en servicio especial

A las fiestas a las que yo asistía eran de puros niños mimados que solo se emborrachaban hasta no poder más pero este es todo lo contrario

-A divertirse se a dicho—caminé hacia la barra para pedir una cerveza—disculpa me puedes dar una cerveza pero, que esté bien fría, por favor

X: enseguida se la traigo—tomo unos cuantos segundos y luego regreso con mi cerveza—aquí esta señorita

-Gracias

X: eres la primera chica que eh visto tomar una cerveza—me dijo un hombre realmente guapo que acababa de sentarse junto a mi

-¿ A si ? Pues yo creo que mientes

-te lo juró, eres la primera que eh visto tomar una cerveza sin que su novio se la dé

-jajajaja que chistoso eres, me caes bien, eh

-Jong-in, kim jong-in pero puedes decirme kai, y se puede saber su nombre bella dama

-me llamo jeon somi pero, dime somi

-lindo nombre somi ¿ cuántos años tienes ?

-Gracias, tengo 23 ¿ y tú ?

-Soy mucho mayor que tú, tengo 30 años

-Wow pareces de unos 25

-las apariencias engañan mi querida somi

-ya veo

-¿ quieres bailar ?—pregunto kai—

-si, claro

Así pasaron unas tres horas hablando, riendo, bailando y tomando

-No crees que es muy tarde para que una señorita esté a estas horas de la noche sola—kai estaba un tanto borracho—será mejor que te acompañe a tu casa

-No quedémonos otro rato más—somi si estaba muy borracha—no quiero ir a casa

-Pero ya es muy tarde y puede ser peligroso

-está bien vamos

Kai pago la cuenta de los dos para así marcharse de hay mientras somi le indicaba en donde quedaba su casa

Iban caminando por las solitarias calles de Seúl en un gran silencio el cual no era incómodo, era reconfortante

-Porque sales a clubes tú sola sin ningún acompañante—pregunto kai rompiendo el largo silencio—