Wanda salió furiosa del gimnasio hacía el primer cuarto de baño que había por el pasillo, una vez dentro lanzó la mochila encima del los lavabos de mala gana apoyando sus manos en el frío mármol, sabía que se había raspado el codo con la pista de baloncesto haciendo una pequeña quemadura que dolía como si fuera una herida más importante, se miró recelosa el codo por el espejo y suspiro al ver dicha quemadura enrojecida con sangre en su codo derecho.
Volvió a suspirar intentando controlar sus nervios, Natasha había ido a separarla cuando nadie más había ido ni habría ido, la había sujetado por la cintura pidiéndole que parase por favor, ¿Porqué habría hecho eso? si luego no era capaz ni de ir simplemente a acompañarla a curarse la herida. Era evidente que Natasha no quería estar a su lado por nada del mundo y quisiera o no eso le hacía sentir fatal. Que la repudiase de esa forma era algo que se había buscado por años de pasotismo y maltrato no voluntario, se lo tenía más que merecido.
Peggy ya le había dejado muy tocada al recordar la muerte de su padre, lo supo cuando noto como un par de lágrimas caían ardiendo por su mejilla...
Oyó la puerta del baño abrirse, por la cual apareció Natasha con el semblante serio y la mirada preocupada.
-¿Que haces aquí?- preguntó Wanda apartando la mirada del espejo para no mirarla a la cara mientras se secaba a prisa las lágrimas
-Quería estar segura de que tu brazo estaba bien... y avisarte de que tu entrenadora está muy cabreada- dijo Natasha con la voz tímida notablemente nerviosa
-Ya te dije que no hacia falta que vinieras- se calmó Wanda al ver que en su mano traía la pequeña caja de primeros auxilios del gimnasio
-He ido a buscar esto, por eso tardé un poco más- se excuso Natasha enseñándole la caja
-Gracias... pero en serio no tenías porqué, ya hiciste suficiente- dijo Wanda cohibida
-Ya lo sé- dijo Natasha acercándose a ella -Enséñame el brazo por favor- pidió una vez estuvo frente a la castaña
-Puedo hacerlo yo Natasha en serio... se que no quieres estar aquí, no quiero molestarte más, puedes irte tranquila- dijo a la defensiva Wanda con el orgullo bastante herido
-Puedes por favor cooperar un poquito... demasiado raro esta siendo mi día hoy como para que encima te estes haciéndote la dura ahora conmigo- se quejó Natasha frunciendo el ceño
-Perdona... lo siento mucho- se arrepintió de su actitud Wanda tras un breve silencio
-Enséñame el codo- repitió Natasha dejando el pequeño botiquín junto a su mochila con un pelín de dureza en su voz
Wanda volvió a guardar silencio mientras le enseñaba el codo dónde tenía la quemadura llena de gruesos puntos de sangre con los bordes ligeramente quemados ennegrecido al haberse quemado la piel.
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¿Por una apuesta? #WandaNat
RomanceEs una adaptación de una novela propia mía que escribí casi entera hace muchos años en un blog y que ahora quiero actualizar. Natasha es una chica de 17 años que le queda menos de un año para entrar en la universidad y abandonar por fin ese institu...