Romperte

92 11 2
                                    

El dios miraba de vez en cuando a su lado.

Furtivamente, inexplicablemente no quería que el humano se diera cuenta. Ni el mismo entendía lo que sucedía.

Estar cerca, aumentaba sus nervios. Quizás era temor. Un humano había visto y reconocido las heridas en su cara. El abuso al que era sometido por su padre.

Era exponer su poco valor.

Un dios olímpico era en realidad un dios basura.

Zeus siempre quiso que fuera su ayudante. Un inmortal fiel y obediente que cumpliera sus mayores caprichos. Su poder como mensajero era perfecto para ese propósito.

El resto de sus hijos habían logrado librarse de él sin revelarse. Por eso quiso, al menos salir. Tomar una distancia prudente de su padre. El único dios cerca era Poseidón.  Cuando lo vió por primera vez, pensó que jamás aceptaría su presencia.
El tirano de los mares solo lo observó en silencio. Después se alejó y se detuvo pocos pasos más adelante.

-Sigueme - ordenó ante la mirada del niño.

Hermes asintió. Así todo había comenzado para él. Su admiración como su amor. Con el tiempo, el dios de los mares aceptó su presencia cotidiana y a veces, lo escuchaba practicar con su violín.

-Ha pasado mucho tiempo desde eso - se dijo así mismo pero fue escuchado por el emperador.

-¿Mucho tiempo? - comentó cerca de su rostro llamando la atención del dios.

-No me des importancia. Pronto llegaremos al templo, emperador - dijo para avanzar más rápido.

-"Hermes cómo puedes ser tan interesante"- pensó el einherjar acelerando su paso .

----------------------------------------------

- Ojalá todo hubiera sido diferente - dijo Poseidón alejándose y poniéndose de pie - Sasaki... Esto era necesario- este es el final de todo. Tendremos tiempo para que cambies, Sasaki. Si tengo que romperte para que olvides todo, lo haré - expresó el dios besando la mejilla del primer ganador por la humanidad.

Unos momentos antes.

Entre gemidos y jadeos, el primer ganador humano yacía debajo del cuerpo de su rival.

Sus manos se deslizaban por su cuerpo con necesidad. Varias veces había dejado marcas en su piel. Después de lastimarlo, las besaba como si quisiera compensar el dolor causado.

Ya no tenía nada que pudiera protegerlo.

-Eres perfecto, Sasaki - dijo Poseidón besando bruscamente sus labios - tantos humanos, tantas diosas pero solo tu puedes provocarme así - agregó tomando con sus manos las piernas del humano para abrirlas y ubicarse entre medio de ellas. Su propia hombría se estremecia con fuerza, excitada, anhelante. Con movimientos suaves, simulando estocadas rozaba el vientre de Sasaki.

El samurái mantenía sus ojos cerrados. No podía soportar lo que vendría.

-¿Puedes sentirlo? ¿Puedes sentir cuánto te deseaba, Sasaki? - depositó otro beso en sus labios. El humano mantenía su boca cerrada conteniendo su propia frustración - no te resistas. Todos los dioses hemos saciado nuestros deseos así. Incluso Hades - dijo con gravedad

-No hables de él - respondió de igual manera el humano, por primera vez había volteado a verlo - aunque sean dioses, confío... en él...

-¿Confiar? - se rió Poseidón mientras abría aún más las piernas del mortal, dándole una vista de aquel humano sometido ante él - Eso ya no es necesario. A partir de ahora sola debes confiar en mí, Sasaki - dijo deslizando uno de sus dedos en la entrada del samurai.

¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora