Capitulo 39: "Himawari Parte 4"

118 10 0
                                    



FINAL





No lo puedo soportar, solo quiero que esto sea un mal sueño y despertar rápido de esta tortura.

Me levanto rápido de mi camilla, a la distancia se escucha la voz de Sarada diciendo que me detenga, pero la ignoro, me siento muy mareada por levantarme de golpe, aún así, busco la habitación de mi esposo.

Antes de quedarme sin energías logro encontrar la habitación, abro la puerta y lo primero que veo me destroza el corazón, es Inoji conectado a un montón de máquinas para seguir consiente, me acerco y lo único que puedo hacer por él es estar a su lado hasta que despierte.

Veo sus signos vitales, son constantes y tranquilos, pareciera que está dormido, pero no lo está.

Caen unas cuantas lágrimas, tan solo recordar que perdimos a nuestra niña, me destroza el alma y más al recordar lo feliz que estaba Inoji con la noticia.

Mi cuerpo estaba débil después del parto de los gemelos, de por sí nos costó que yo quedara embarazada y la noticia de los gemelos fue la más feliz de nuestras vidas, no solo tendríamos un hijo sino dos.

Recuerdo el parto, uno muy largo, doloroso y peligroso, no solo para mi sinó que también para los gemelos.

Antes de los gemelos tuve tres abortos espontáneos, ninguno pasaba de los tres meses y antes de mi niña tuve uno que no duró ni el mes, y ahora ella, ella había luchado tanto por sobrevivir y todo para que muriera...

No soporto esto, me quiero morir, esto es horrible, no se pueden imaginar la sensación de qué un nuevo ser crezca en ti, que cuando nazca solo te necesite a ti, que sus primeras palabras se refiera a ti, que sus primeros pasos sean para ir contigo, escuchar de sus pequeñas boquitas que te digan "te amo".

Sarada: Hima... *Preocupada*

La ignoro

Sarada: Por favor...

No voy a regresar a esa habitación, no quiero estar sola y tampoco quiero dejar solo a Inoji.

Pero mi vista cada vez se está poniendo más borrosa, no me puedo concentrar y me estoy mareando.

Parece que voy a desmayar o ya lo estoy, todo está oscuro, no veo nada, a lo lejos puedo divisar un punto blanco y entre más me acerco, más brillante se hace, y todo se vuelve blanco...

Es ella...

Tiene un color azul hermoso en sus ojos, como los mío, cabello rubio como el de Inoji, una sonrisa radiante, una línea en cada mejilla rosada.

No lo podía creer, es ella junto a nosotros en el parque, tomandonos de las manos, Inoji y yo sonriendo como tontos.

Era una vista perfecta, porque ella estaba allí, viva, junto a nosotros.

¿Saben que es lo más triste? Que todo esto es una mentira que diseño mi cerebro, nada real, solo una imagen tan distante y agobiante.


Mikoto UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora