Bienvenido Manwol

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¿Hasta donde se es capaz de llegar por una amistad?

Jimin era el claro y vivo ejemplo, de que las amistades verdaderas si existían.

Y es que después de Hari, había prometido no tener más pequeños.

Jungkook estuvo de acuerdo, pues tenían suficiente con Minguk y Hari.

Sobre todo porque Hari era el desastre viviente con coletas y dientes de piraña, a diferencia de Minguk que con el tiempo se habia convertido en un niño bastante tranquilo y obe llegó, Jimin no lo pensó, ofreció su cuerpo para llevar a ese bebé y nuevamente el embarazo ocurría en su cuerpo.

- ¿Que necesitas cariño?- Jungkook era el apoyo fundamental de Jimin

Su relación a lo largo de esos años que habían pasado, era fuerte, sólida y llena de mucho amor.

- Mis pies duelen, amor.- Jungkook sonríe cuando el puchero de su esposo aparece en sus abultados labios y sabe perfectamente que tiene que hacer.

Saca los pies de su amor, de las calidas pantuflas, y empieza a masajear los piecitos hinchados de su embarazado y lindo esposo.

- Manwol te tiene cansado ¿No es así?

- Ya falta muy poco, solo un poco más.- El azabache asiente y besa los pies de su esposo.

- Gracias por lo que haces cariño, eres grandioso...

Y es que de solo verlo, Jimin ya no parecía ese Jimin rebelde, al que no le importaba el mundo y actuaba por inercia.

Jimin era un esposo y padre de familia, que amaba a sus hijos a su lindo conejito con todo el corazón.

Por supuesto que había cambiado.

- ¡Papá!- La voz de Minguk los hizo voltear hacia donde se escuchaba venir.- ¡Papá Hari ha mordido mi hoja de dibujar! ¡Está destrozada!

Las lágrimas en los ojos de Minguk alertó a Jimin y estiró sus brazos hacía su hijo para calmar su llanto.

- Ya cariño, no llores.- Miró al azabache y este entendió con una mirada lo que su esposo le pedía.

Así que dejo los pies de su amor y se levantó.

- ¡Jeon Hari!

Esa niña era toda una rebelde.

Mientras Jungkook buscaba a la pequeña traviesa, Jimin limpiaba los ojos de su hijo.

- No llores amor, hay muchas hojas solo para tí.

- Es...es que... Era un regalo papá.

- ¿Un regalo? ¿A quien le darás un regalo, mi amor?

El pequeño de casi cinco años sorbio su nariz y miró a su papá.

- Es... Una niña de la escuela.

Los ojos de Jimin se abrieron y su corazón empezó a latir con fuerza.

- ¿Niña? ¿Te gusta una niña de la escuela?

¿Por qué hacia tanto calor? Era sofocante...

- ¡Es preciosa papá!

Dios mío.

El chillido de Hari, seguramente corriendo de su papá llegó a sus oidos y el timbre también.

Todo se sentía pesado.

- ¿Papi? ¿Estás bien? - El niño llevó sus deditos a la punta de la nariz de papá, la misma que empezaba a sudar.

Jimin empezaba a sentirse un poco extraño.

- ¡El tío favorito llegó!

La voz de Taehyung, la exclamación de una Hari feliz y las voces de Hoseok y Jungkook, llenaron su cabeza.

Por siempre Rebeldes KM&VHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora