犬と恋に [テギ]

『 24 』

Yoongi estaba algo nervioso, ya que había escuchado a Jimin hablar con Taehyung acerca de que saldría del pueblo para ir a resolver unos asuntos con la manada vecina por órdenes del consejo, pero aunque fingiera ser una omega dulce y amable, ella era todo lo contrario a eso, seguramente estaba planeando algo para deshacerse de él, pero Taehyung solo quería disfrutar del tiempo que tenían solos, cada pequeña oportunidad que se les presentara, no podían desaprovechar el tiempo, como ahora que el menor estaba recostado en el amplio pecho del mayor, disfrutando de la calidez del cuerpo ajeno después de una larga sesión de amor

—Jin me preguntó por ti — acarició las mejillas del híbrido

—¿Por qué te lo ha preguntado? ¿Acaso ya todos saben lo que pasó? — el pálido miro con preocupación al moreno

Sabía que era cuestión de tiempo, Jimin haría algo y revelaría que estaba con Taehyung, entonces todo el pueblo lo odiaría aún más de lo que ya lo hacían, incluso sabía que eran capaces de matarlo, era su palabra que no valía nada contra la de Jimin

—No lo sabe, pero ¿dónde más estarías si no fuera a mi lado? No permitiría que fueras a alguna otra parte — Taehyung fue bajando sus manos hasta la cintura ajena

—Tienes razón que bobo soy — sonrió un poco cohibido ante las caricias

Si bien eran pareja aún no podía dejar de tener un poco de vergüenza cada que tenían intimidad, no es que fuera un santo, pero era vergonzoso estando totalmente desnudo y con Taehyung que parecía que nunca se saciaba de su cuerpo

—Estarás bien, nada te va a pasar, te voy a proteger de ella y de todos, lo prometo — Taehyung invirtió las posiciones, quedando arriba de Yoongi

—¿Acaso estás en celo? — soltó una pequeña risa el menor

—Puede ser, ahora que te tengo me es imposible no querer hacerlo todo el tiempo, me encantas — acarició con lentitud el cuerpo ajeno

—Tendré que sacrificarme, lo que sea para saciar a mi alfa — giro mi rostro exponiéndo su blanquecino cuello, mostrando su sumisión hacia el alfa

Taehyung gruñó y lamió la preciosa marca en el cuello de Yoongi, aquella que demostraba su amor, pudo sentir como el cuerpo del híbrido se estremecía, ambos sentían su sangre hervir cada que se tocaban, era inevitable sumirse en aquella pasión, el moreno llevó sus dedos hacía la entrada ajena, si bien ya lo habían hecho antes quería asegurarse de estirarlo bien y no lastimarlo, ya que no lubricaba como un omega.

—Está bien, no necesitas estirarme, solo entra — jadeo, sentía su cuerpo arder, necesitaba algo más grande

—No quiero lastimarte, soy algo grande — gruñó, le estaba costando toda su fuerza de voluntad

—No soy frágil, siempre te tomo muy bien— un pequeño jadeo escapó de sus labios cuando los dedos salieron de su interior

—Siempre me tomas a la perfección, naciste para esto — un suspiro de satisfacción salió de la boca ajena