Bella está cada día peor. Han pasado tres meses desde que los Cullen se marcharon sabe Dios donde. Bella no duerme bien, no come bien, no... Vive bien. Y lo peor es que todo fue mi culpa. Fue mi idea (y de Alice) hacer una fiesta para mí cumpleaños...La verdad odio "hablar" sobre esto, Elena me dijo que a ella le ayuda escribir en un diario, yo lo veo un poco absurdo, pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
Hace tiempo que no hablo con Elena o con Jeremy, pero-
—¡Ara! ¡Bella!—Charlie pegó un puñetazo en la mesa.—Ya vale! Os voy a enviar a casa.
Bajé rápidamente al piso de abajo al escuchar el grito de Charlie. Bella estaba mirando sus cereales como si fueran lo más interesantes del mundo.
—Ya estoy en casa.—Murmuró confusa.
—Voy a enviaros con Renée, a Jacksonville.—Aclaró él.
Charlie me miró, exasperado, mientras yo intentaba comprender el sentido de
sus palabras, con lentitud.—¿Qué? No, por favor.
—¿Qué quieres que haga?—Sentía que sobraba en esa conversación.
—Es que no haces nada. Ése es el problema. Que nunca haces nada.
—¿Acaso quieres que se meta en problemas?—Le pregunté al tiempo que alzaba las cejas con perplejidad.
—¡Tener problemas sería mejor que... que este arrastrarse de un lado para otro todo el tiempo!
El comentario me dolió más de lo que esperaba. No era solo una frase lanzada al aire; llevaba una carga emocional que me atravesó como un cuchillo. Ver a Bella en ese estado me partía el alma. Estaba destrozada, más que nunca. Su mirada perdida y su rostro pálido eran el reflejo de una tormenta interna que no encontraba salida. Edward, su gran amor, el chico que había prometido quedarse, se había marchado sin previo aviso, sin explicaciones, dejándola sola en medio del bosque como si su historia nunca hubiera importado.
Lo más doloroso era que tanto Bella como yo conocíamos el secreto de los Cullen. Sabíamos que no eran simples humanos, sabíamos lo que eran en realidad. Vampiros. Seres eternos con un autocontrol forjado a fuego, pero con una naturaleza peligrosa. Tener acceso a ese tipo de verdad conlleva un riesgo inmenso, una amenaza latente que lo cambia todo. Entendíamos los límites, el peligro que implicaba mantener un lazo con ellos. Aun así, eso no podía justificar lo que habían hecho.
Edward no solo dejó a Bella. La abandonó de forma brutal, despojándola de todo lo que había llegado a significar para él. Y lo peor fue que no lo hizo solo: toda su familia, los Cullen, se esfumaron como si nunca hubieran existido. No dejaron rastro, ni una nota, ni una despedida decente. Simplemente se fueron, borrando cualquier evidencia de su paso por la vida de Bella. Como si lo que compartieron no hubiera sido real. Pero yo lo vi. Yo estuve ahí. Lo que sentían el uno por el otro no era una ilusión. Y por eso, ver a Bella rota por dentro, luchando cada día con el vacío que le dejó su ausencia, me llenaba de rabia.
—No me arrastro.
—Palabra equivocada.—Concedió de mala gana.—Arrastrarse sería mucho
mejor, porque ya sería hacer algo... Es sólo que estás... sin vida, Bella. Quizá ésa sea la expresión adecuada.Cómo tantas veces antes yo solo era testigo de la conversación, aún que tampoco tengo nada que decir.
—Lo siento, papá.
—No quiero que te disculpes.
Suspiré y me senté en una de las sillas de la cocina vieja.
—Entonces, dime qué quieres que haga...

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Prema || K. M
FanfictionPrema: del sánscrito; Amor en su form a más pura, desinteresada e incondicional que se brinda sin esperar nada a cambio. Arabella es la hermana menor de Isabella. Isabella está hundida en una terrible depresión cuando reciben la noticia de que sus t...