The Prey

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-¡Kiki! ¿Sales ya?

Chiara vuelve al presente después de haber estado distorsionando el espacio tiempo y cierra el grifo.

-¡Sí! -se frota los ojos para descongestionarlos tras llorar-. Espérame, porfa.

Violeta extiende la mano para coger su toalla y entonces cae en que tendrá que dejarla en la academia. Hace un pucherito y se envuelve con ella. No ha tenido fuerzas para lavarse el pelo ni para hacer la maleta, pero necesitaba darse una ducha caliente antes de irse a dormir.
Se frota el cuerpo con desgana y sale justo al mismo tiempo que escucha a Chiara salir.

-¡Estamos penetradas!

A Violeta se le escapa una carcajada y la corrige de inmediato.

-Es compenetradas Kiki.

-¿Com...? -pronuncia la inglesa para que se lo vuelva a repetir y aprender otra palabra 'dificultosa' más.

-Compenetradas.

-Compe...

-Tú mejor di cronometradas, de cronómetro.

-Sí, mejor. Es que me sonaba muy raro...

Violeta suelta otra risita al ver su cara de asco y apoya una pierna en el banco de madera para secársela.

-Gracias por corregirme, y por enseñarme. No me gusta hacer el ridículo, pero contigo no me importa si lo digo mal. Porque sé que vas a decírmelo, y no haré el ridículo.

Chiara suelta el discurso de carrerilla tras secarse la cara y a Violeta se le vuelve a escapar una risita. Está demasiado mona con esos mofletes rojos y su pelito recogido en un moño diminuto.

-Aunque bueno, también te has reído -añade picada y pone morritos.

-Amorch, es que eres graciosa. No me río de ti, me río contigo. Lo sabes. -Violeta está agotada y no tiene energía suficiente para seguirle la corriente. Chiara puede notarlo en su voz.

-Lo sé. -Deja salir todo el aire acumulado en sus mofletes haciendo un ruidito que acaba en carcajada y se la contagia.

Violeta se gira de nuevo hacia el banco y se agacha para coger un bote de crema. Se despeja la frente y aplica un poco de producto en su rostro con un masaje.

Soy graciosa, no soy ridícula, se dice Chiara para autoconvencerse mirando su reflejo en el espejo. Coge una bocanada de aire y la transforma en un suspiro notablemente pesado.

-¿En qué piensas? -pregunta Violeta, extrañada por el silencio repentino.

-Tonterías -dice tras un par de segundos.

Violeta la ha oído suspirar y se cuestiona las preocupaciones que rondan por su cabecita.
Se imagina el funcionamiento de su mente como una gran locomotora con mil engranajes.

Qué tontita eres, Kiki.

-Porque has pasado de poner morritos a sonrisa happy hippo -se burla la pelirroja, retomando el juego de Chiara. Ese mote es reciente y fue validado, solo y exclusivamente, por tratarse de algo dulce.

-Ah -ríe Chiara-. Bueno ya sabes que estoy un poco... ¡Wujuh! Locuela -agrega la morena dibujando círculos en el aire.

No quiere abrir ese melón y decide evitar la conversación. Ella también está cansada y lo único que le apetece es tumbarse en la cama con la pelirroja.

Violeta suelta una risita aireada. Aún tiene los ojos cerrados para que no le entre crema.
Sabe que lo ha dicho para darle un toque de humor a su TDAH. Pero, en el fondo, no le gusta mucho que bromee con ella misma de esa forma. Ser neurodivergente, el término que prefiere Chiara, es otro rasgo más de su persona y solo requiere de paciencia y comprensión. Solo necesita un poco de empatía.

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⏰ Última actualización: Jul 08 ⏰

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