Cap. 5

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"MALA INFLUENCIA"

Diana y Khattana estaban en el vestidor, la pelirosa hablaba y hablaba sobre algo que seguramente Khattana no le puso atención absoluta, solo veía el alrededor con curiosidad, tenía sus lentes de sol puestos eso hacía que su mirada no se distinguiera y eso lo usaría a su favor sin dudar.

— Entonces  ¿Quieres el lazo rosado o el morado? — preguntó mostrando lazos de dichos colores.

— Eh... Ninguno, no me vienen bien — respondió fingiendo que ponía atención.

— Segura?... Se vería lindo en tí — se acercó posándose detrás de ella. — Vaya... Tienes el cabello muy largo ¿Desde hace cuánto no lo cortas? — sonrió levemente.

— ¿Desde que nací? No lo sé — se encogió de hombros.

— Eso es creíble, en fin... Aquí está el uniforme — extendió unos shorts morados y un top de tirantes gruesos del mismo color.

Khattana alzó sus cejas sorprendida de que eso fuera el uniforme.

— Me estás jodiendo? Esto ni en broma... — tomó una de las prendas alzando la para verla, sin querer diviso a Diana quien estaba serie. — Quiero decir... Es lindo para una escuela como está — intentó arreglar.

— Tranquila, no es para todas — sonrió levemente arrogante. — Anda prueba lo, empezaremos el calentamiento y un rápido repaso antes de que los de último semestre salgan a deportes —

Diana abandonó el lugar dejándola sola, sin tener otra opción tomó el uniforme vacilando levemente y se lo colocó, tomó su cambio de ropa habitual y salió en busca de Lif para que ella lo guardara, no le molestaba tener ese uniforme patético encima todo el día. Caminando por los pasillos se chocó con alguien, tan solo tambaleándose y dando pasos atrás.

— ...Hey qué mierda... — murmuró molesta. — Oh, hola Heavy —

El Pelirrojo se tensó, se suponía que no debía hablar con ella.

— Hola... Khattana... — respondió de mala gana viendo con nervios el alrededor como si buscará algo.

Teniendo en cuenta que Dee no estaba en el perímetro o alguno de sus "aliados" la tomó de la muñeca y entraron a una habitación que pareciera ser el cuarto de conserjería.

— Oye, lamento lo de la mañana, Dee me prohibió hablar contigo — confesó con nervios.

— ¿¡Pero qué mierda!? ¡Ese quién se cree como para hacer eso! — protestó la chica con notable molestia.

— Pues mi hermano mayor al parecer... — se encogió de hombros nervioso.

— Maldita sea.... ¿Y qué harás? — preguntó frunciendo el ceño.

— Mira... Sinceramente apenas te conozco y... Eres cool... Pero no quiero problemas con Dee — argumentó.

— Egoísta de mierda... Por eso no tiene amigos —suspiro y paso una mano por su cabello azabache. — Bien... ¿Podemos hablar a escondidas? — preguntó cómo último recurso.

— Haré lo posible, gracias por comprender — sonrió y abrieron la puerta del lugar de golpe asustando a ambos.

— ¿Ustedes dos que hacen aquí? — preguntó el conserje de mala gana. — Adolescente hormonales... ¡Salgan de aquí! — ordenó.

— Lo sentimos señor Perkins, ya nos vamos — salió del lugar con Khattana detrás de él.

Después de esa charla para aclarar todo, Khattana olvidó lo que iba a hacer, aún con su cambio anterior en mano solo se fue de nuevo al gimnasio y dejó la ropa en una de las bancas, se acercó al grupo de porristas donde estaba Angélica y Diana.

— ¿¡En donde te habías metido!? — preguntó Diana levemente molesta.

— Estaba hablando con... Alguien — respondió Khattana levemente erizada por el tono agresivo.

— Da igual, Di — tomó su hombro la rubia y dió un paso al frente. — Soy Angélica, ya nos conocemos Khattana — sonrió levemente con arrogancia.

La japonesa solo se limito a sonreír de la misma manera.

— ¡Bien, chicas, vamos a hacer estiramientos! — anuncio la de cabello rosado.

Todas se pusieron a hacer su rutina diaria a excepción de la protagonista, solo veía levemente confundida, no sabía si era el cambio de región o ellas hacían todo mal, Angélica notó eso y se volvió a acercar.

— ¿Estás bien? Te noto distraída — preguntó con una sonrisa.

— Ah... Sí, todo genial — respondió sin voltear a ver.

— Creeme es fácil una vez que lo intentas seguro no haz practicado algo similar ¿Verdad? — preguntó con un leve tono de desafío.

— De hecho soy corredora de velocidad ¿No te lo dijo Diana? — preguntó alzando una ceja, la tensión crecía gradualmente.

— A veces se le olvidan las cosas menos importantes — se encogió levemente de hombros. — En fin... Solo sigue mis pasos —  sonrió.

— Sigue mis pasos — murmuró con voz chillona.

Después de un rato de calentar, sonó un timbre.

— ¿Y eso? — preguntó Khattana a una de las chicas.

— Es la hora de deportes para los de último — respondió y se acercó levemente cómplice a ella, hizo una señar para que se acercara y le susurró al oído. — Aquí entre nosotras, a Diana le gusta el hermano del desastroso y por eso estamos "practicando"... Solo quiere que la vea... — confesó

— ...Qué horror... — murmuró la japonesa y la contraria asintió.

— ¡Okey, chicas! ¡Hagamos la pirámide! — ordenó la pelirosa.






















Listo 👌

⇢𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐄𝐋 𝐏𝐎𝐏 | 𝐃𝐄𝐄 𝐗 𝐎𝐂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora