Capítulo 5: Conociendo a la tripulación

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Law y Luffy se habían vuelto inseparables.

El poco tiempo libre que Law tenía cuando no estaba trabajando lo pasaba con su novio. Novio. Law seguía sintiendo esa palabra como algo increíblemente extraño, pero cada día le resultaba más fácil usarla.

Luffy se había convertido en un salvavidas para Law, lo necesitaba tanto como el oxígeno. Law casi se preguntaba si su apego al hombre rozaba la codependencia, pero no le importaba. Despertarse con Luffy cada mañana satisfacía un hambre dentro de su alma, más de lo que cualquier comida podría proporcionarle.

Law recordaba la noche en que le dio a Luffy el código de la puerta principal de su casa, un pequeño gesto en el gran esquema de las cosas, o eso creía él. Una noche, después de uno de sus últimos turnos en el hospital, había comprado comida para llevar de camino a casa de Luffy. Cuando llegó, el apartamento parecía desierto. La impulsividad de Luffy había podido con él. Cuando Law llegó, ya había empaquetado la mitad del apartamento, con cajas de cartón esparcidas por el suelo del salón. Se mudó al día siguiente.

En las relaciones normales, mudarse juntos en menos de un mes sería una receta para el desastre, pero la relación de Law con Luffy era cualquier cosa menos normal. Law nunca pensó que encontraría a alguien que le hiciera sentir seguro, querido, amado. Pero Luffy le dio todo eso. El hombre del que Law se había enamorado con tanta fuerza estaba curando lentamente partes de su corazón que no sabía que estaban rotas. Por primera vez en su vida, las cosas eran perfectas. Bueno, casi perfectas.

Todavía no habían tenido sexo.

Law admitía que nunca había pasado tanto tiempo sin enterrar su polla en un culo apretado desde que había perdido la virginidad, pero quería que Luffy marcara el ritmo, y estaba dispuesto a esperar todo lo que hiciera falta hasta que su novio estuviera listo, pero el hombre no se lo estaba poniendo nada fácil.

Llevaban un par de semanas experimentando con otras formas de placer. Law sabía que era el primer encuentro sexual de Luffy, pero el hombre estaba muy ansioso, siempre dispuesto a complacer y aprendía muy rápido.

La primera vez que Luffy se ofreció a hacerle un oral, se atragantó con cada embestida superficial, y apenas pudo abarcar toda la longitud de Law. Miraba a Law completamente destrozado, buscando aprobación. A pesar de que necesitaba mejorar su técnica, a Law le costaba mucho no soltarse en la garganta de Luffy el tiempo suficiente para practicar un poco.

Dejando a un lado el sexo, Law era feliz, pero se mentiría a sí mismo si no admitiera que a menudo se preguntaba qué aportaba él a esta relación.

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Hacía tiempo que Law temía este día. La "reunión con la tripulación" estaba marcada en rojo en su calendario mensual. No era que Law no quisiera conocer a los amigos de Luffy, sino todo lo contrario. Sólo que la idea de pasar un día entero conociendo gente nueva e intentando socializar le producía una gran ansiedad. Luffy se preocupaba mucho por sus amigos, eran, citando a Luffy, "las personas más importantes de mi vida, ¡Aparte de ti, por supuesto!". Sí, definitivamente no había presión para causar una buena impresión.

La primera parada en su aventura fue Zoro, el mejor amigo de Luffy. Si Law necesitaba causar una buena primera impresión a alguien, era a él. Habían llegado temprano a su Dojo, el sol apenas asomaba por el horizonte. Cuando entraron, Law sintió que su estómago daba volteretas. Zoro estaba practicando con un muñeco de entrenamiento y, por lo sudado que estaba, llevaba un buen rato haciéndolo. El dojo era pequeño y las paredes estaban cubiertas de reconocimientos a las artes marciales y la esgrima. Estaba claro que Zoro era un luchador consumado, así que a Law le pareció entrañable que, de todas las cosas que podría estar haciendo, eligiera enseñar artes marciales a los niños.

Una Lección de Vulnerabilidad - LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora