capitulo veintiuno (always you)

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¿Les ha pasado que recuerdan algo, pero no con exactitud? Tenía miedo de que mi historia con Robín se volviera uno de esos recuerdos borrosos, que terminan perdiéndose en el tiempo, quizás por eso me decidí a escribir este libro, para que mi historia con él fuera un recuerdo permanente, claro e inolvidable. Aunque en el fondo, esperaba que por alguna razón el leyera todo esto, terminara el libro y corriese a buscarme, para darnos esa historia de amor que nunca comenzó.

En el futuro, quizás lo hizo, tendrían que seguir leyendo para descubrirlo.

Pero por ahora, nuevamente dejamos de hablar, dejamos de buscarnos, deje nuevamente que el siguiera con su vida, una vida en la que yo no estaba y probablemente nunca estaría.

Ya estaba comenzando acostumbrarme, me acostumbre a la acción, más sin embargo el dolor estaba ahí, haciéndose cada vez más fuerte cada vez que nos alejábamos.

Observe las mesitas de la cafetería en cuanto llegue, me detuve evaluando las dos opciones que tenía.

1.- Entrar, fingir que todo está bien y tener una cita agradable con Charlie mientras mi mente me tortura diciéndome que mi corazón pertenece a alguien más y que ayer me confeso de la manera más triste que siente lo mismo por mí.

2.- Entrar, decirle a Charlie que no estoy emocionalmente bien para continuar teniendo citas con él, pero que podemos ser amigos (no puedo decirle que mi corazón le pertenece a alguien más, sería muy grosero de mi parte)

Las dos opciones eran terribles.

¿Por qué siempre tengo que complicar tanto las cosas?

Tu vida es un desastre, puntualizó mi mente.

Lo sé, Clara de mi mente, no tienes por qué recordármelo.

Era solo por si se te había olvidado :)

Negué con la cabeza alejando a mi subconsciente, que es muy sarcástico, por cierto. Entre a la cafetería, lo observé, llevaba una playera negra, la cual contrastaba muy lindo con el color de su cabello y de sus ojos. En cuanto me vio esbozo una sonrisa cálida.

—Perdón por tardar tanto— añadí sentándome en la silla frente a él.

—No te preocupes— me observo fijamente de una manera tierna— Lo importante es que ya estás aquí.

Asentí un poco incomoda por el silencio que había entre nosotros, estaba a punto de sacar mi teléfono para fingir una llamada cuando Charlie volvió a hablar.

—¿Cómo te la pasaste ayer con tus amigas?

—Fue lindo, aunque prefería estar en casa viendo alguna película o leyendo algún libro— Admití.

—He notado que evitas mucho salir.

—¿Yo?— Me hice la desentendida, la verdad es que era cierto, evitaba mucho las salidas, no es que no quiera salir con mis amigos y pasar tiempo con ellos, solo es que disfruto mucho perderme en mi mundo, disfruto leer historias ajenas a la mía, ver películas románticas soñando en que algún día me pasara algo así a mí.

—Sí, tú— Contesto con una sonrisa— La primera vez que te invite a salir dijiste que estabas ocupada.

—Realmente estaba ocupada.

—¿Ocupada haciendo que?— Preguntó con ojos acusadores y divertidos. ¿Por qué sus ojos eran tan azules dios mío?

—Ocupada estudiando— Me encogí de hombros bajando la mirada.

—¿Estudiando qué?

—Está bien— solté una risa— Estaba ocupada leyendo un libro.

—Lo ves, tengo razón— Añadió orgulloso— Evitas salir.

para Robín, con minúsculas, Clara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora