ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴏꜱ

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Hoseok creyó que el berrinche de Taehyung pasaría al día siguiente, pero no fue así. Él prácticamente lo bloqueó de su vida mientras viajaban a Japón. Se desaparecía en el avión, en el aeropuerto, se encerró en su cuarto de hotel y le prohibió la entrada a los ensayos de su concierto a su propio mánager. Era una locura que desafiaba por completo su autoridad.

Así transcurrió hasta el día del tan esperado concierto de Taehyung. Y, por supuesto, de su mayoría de edad.

El mánager decidió que no toleraría más el comportamiento tan infantil de Taehyung y trató de buscarlo durante todo el día, pero el único momento en que logró tener contacto con él fue mientras le daban un último retoque a su maquillaje antes del show.

─ Quiero a todos fuera ─dijo, imponiendo su autoridad. El staff no tuvo más opción que salir, a pesar de las quejas de Taehyung por dejarlo solo.

El Idol vestía un pantalón de cuero completamente ceñido a su cuerpo, una camiseta negra sin mangas y una chaqueta roja con la leyenda "Nevermind" en la espalda.

A lo largo de su corta carrera, le habían asignado conceptos como el chico de secundaria enamorado, pero en su último álbum había experimentado con el pop rock, y ahora intentaban darle una apariencia más madura y misteriosa.

Para Hoseok, no era más que un disfraz que ocultaba al niño tierno y juguetón que era.

─¿Qué quieres, Hoseok? Tengo que salir en diez minutos ─Dijo Taehyung desde su silla, mientras buscaba imperfecciones inexistentes en su rostro en el espejo.

El mayor se acercó a él con pasos pesados, quedando detrás de él. Sus miradas se cruzaron en el espejo. El rostro de Hoseok estaba serio, con la mandíbula apretada y sus cejas fruncidas levemente.

─¿Así es cómo le hablas a tus mayores? ─Preguntó, inclinándose hacia él.

Taehyung tembló y sintió como su vientre se contrajo.

─¿Así es cómo me tratas después de dedicar los últimos años de mi vida a que tu carrera crezca?

Taehyung no pudo responder al instante, así que Hoseok giró la silla para quedar frente a frente.

El cuerpo de Hoseok era delgado pero con una fortaleza visible en cada músculo. Su cuerpo era esbelto y bien proporcionado, con una figura que denotaba una vida activa y cuidada. Los hombros y brazos mostraban una definición musculosa sin exagerar, indicativo de un hombre que se mantenía en forma con ejercicio regular. Las piernas, largas y atléticas, completaban su imagen física, mostrando una musculatura bien desarrollada.

Y eso abrumó a Taehyung de sobremanera, pues podía ver como las manos de Hoseok sostenían con fuerza el metal de la silla, marcando sus venas y los músculos de sus brazos cubiertos por una camisa arremangada. Podía sentir su fragancia varonil mezclándose con el olor del spray para cabello.

La intensidad en los ojos de Hoseok lo hacía sentir vulnerable, casi como si estuviera desnudo frente a él.

Oh, cuánto desearía estar desnudo frente a él.

─¿Y bien? ─Insistió Hoseok, ignorando la atención que le estaba dando Taehyung a su boca.

Esa mirada inocente y perdida que tenía estaban descolocando al mayor. Taehyung era hermoso, atractivo, era joven y cautivador. Hoseok sería un embustero si negara que se sentía atraído por él. Lo había visto crecer, había visto como su cuerpo cambiaba por el ejercicio y el baile, como las facciones de su rostro se transformaban en algo que reinventaba a la belleza.

ᴀᴅᴜʟᴛ ᴄᴇʀᴇᴍᴏɴʏ ↬ ʜᴏᴘᴇᴠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora