RADIANTES

CAPÍTULO 13

[13]

Envidia

"Cruel es la ira, e impetuoso el furor;Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?"

Proverbios 27:4

Mini maratón 1/2

Ethan

—...las emociones negativas dañan el alma, te consumen, te destruyen...

Una vez más deje de prestarle atención a lo que decían en la radio. Mi abuela escuchaba una predicación, ahora le dió por escucharlas a un volumen un tanto molesto para mí.

Estoy en la mesa del desayuno tratando de resolver unas cuentas de  física, sin embargo, el locutor no me deja concentrarme. Mi abuela entra en la cocina secándose las manos con un paño.

—Abuela, ¿podrías bajarle un poco a la radio?

Se detiene en su tarea y gira sobre sus pies para verme.

—Si no te gusta, simplemente puedes ir a otra parte —me responde un poco tosca.

Desde que...ni idea de cómo se enteró, pero desde que sabe lo que hice en el café de los padres de Hadasa, ha estado un poco más dura conmigo.

Pasé dos horas escuchando sobre la moral, los principios, los valores, el pecado, la guia del Espíritu Santo, el honor, mi crianza...¡Hasta nombró a mis padres! Lo peor es que tuve que guardar silencio mientras escuchaba porque estaba tan molesta, que sentí que me daría una cachetada y sé que estuvo a punto. Probablemente me lo merecía o...aún lo merezco, aún estoy sorprendido de que fue Hadasa quien me golpeó.

Recogo mis cosas y las meto en mi mochila antes de levantarme para irme.

—Volveré más tarde—le dijo saliendo de la cocina.

Si dijo algo no escuché nada, porque salí tan rápido que casi caigo en las escaleras de la entrada.

Salí como loco sin pensar en nada. Caminé por un rato hasta detenerme en un café que hay por aquí cerca, desde que el café de los padres de la evangélica quebró, este es el más concurrido.

Entro al lugar, el cual está aborratado de personas, conocía este lugar desde hace mucho. Dejé de visitarlo porque comencé a asistir con los chicos al otro. Ahora no hay ni café ni salida con los chicos. Jasper y Andrew se niegan a contestar mis mensajes y llamadas, me ignoran en la universidad y no me abren la puerta cuando voy a visitarlos. Hannah tampoco me habla, la única compañía que he tenido es la de Vicent. Algo que he notado muy extraño, es que no he visto para nada a Hadasa, ni siquiera en el comedor central del campus. Me niego a preguntar sobre ella, pues mi orgullo no me lo permite. Porque aunque no quiera saber nada de ella, si quisiera saber cómo se las están llevando ahora que quebró el negocio familiar. Hace más o menos dos meses de eso.

Zizagueo a varias personas hasta llegar a la terraza donde hay una mesa vacía, tomo asiento y saco mis cuadernos para estudiar. Una camarera toma mi orden y la trae enseguida, solo pedí un café, no quiero ensuciar mis apuntes por accidente con cualquier cosa.

Mi vida ha dado tantas vueltas, que ya no estoy seguro de que si fue de 90, de 180 o de 360... Si, definitivamente fue de 360°. Desde que conocí a Hadasa y su grupo de fanáticos del demonio, escupieron mi vida y se fue por una alcantarilla. No solo irrumpió en mi vida, también se llevó a mis amigos, dejándome sólo. Les lavó el cerebro y les sembró ideas de moral correcta y todas esas M*erdas estúpidas. Alejó a la única chica que no veía sexualmente, Hannah era mi mejor amiga, y ahora me veía como si era una imitación barata de lucifer. Patético.