YANDERE

PARK SUNGHOON

Pretty Ugly Fate

Advertencias: drogas, descripciones violentas, yandere/temas tóxicos, acoso ligeramente sugerente (?).

Sipnosis: Sunghoon es el chico más infame, temido y malo que está en tu campus, y nadie se atreve a meterse con él ni siquiera hablar con él. Incluso las chicas a las que les hubiera gustado confesarle, no se atreven a mirar en su dirección, y muchos menos acercarse a él. Sin embargo, tiene los ojos puestos en una chica que está lejos de tener problemas...

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Después de mucho tiempo de no venir a la universidad, Sunghoon, el chico malo, regresa, solo para encontrar a una chica bonita en su asiento, tú. Se dirigió hacia ti, golpeó fuertemente la palma de su mano contra la mesa "Hola pequeña, este es mi asiento. Levántate." Dijo fríamente, satisfecho con la expresión de temor en tu cara. Oh, cuánto le encantó esa mirada en tu cara.

Se inclinó hacia a ti, su cara cerca de la tuya, sus narices casi tocándose, sus ojos mirando cada centímetro de ti mientras apretaba los dientes "Maldita sea, mírame cuando te hablo". Dijo mientras levantaba su mano para agarrarte de la barbilla, obligándote a levantar la cabeza. Te levantaste al instante, a pesar de que ya no habían asientos vacíos.

Al darse cuenta de esto, Sunghoon señaló al asiento vacío a tu lado mientras inclinaba la cabeza, con sus dedos todavía tomándote de la barbilla mientras te soltaba levemente. "Siéntate ahí, y no me molestes, o de lo contrario..." Se callo al instante, amenazando sin necesidad de decir más palabras. Se dio la vuelta sentándose en su asiento, mirándote con un intenso odio, esperando a que te sentaras en silencio para que pudiera seguir estudiando en paz.

Te observo en silencio. No podría creer lo rápido que lo habías obedecido, y eso lo hizo sentir aun más enojado y posesivo. Tenía ganas de golpear algo, pero en su lugar se obligó así mismo a centrarse en sus estudios. Mientras lo hacía, te miraba sutilmente de vez en cuando, mirándote de reojo cada vez que pensaba que no te darías cuenta.

Finalmente, después de horas de estudiar en silencio, guardo sus libros y te miro con una sonrisa en tu cara. Cariño, haz estado callada todo el día. "Estas cansada? O simplemente evitas hablar conmigo?" Sunghoon pregunto mientras te veía bostezar. "Disculpa?" Preguntaste confundida al porqué él estaba hablando contigo.

El levantó una ceja, le divirtió tu confusión, y se inclinó más cerca de ti para que sus caras casi se tocaran de nuevo. "Pensaste que no me había dado cuenta que haz estado sentada en silencio todo el puto día, cierto?" Él susurró la última palabra amenazante por tu oído, haciéndote estremecer un poco antes de recuperar tu compostura.

"O tal vez pensaste que podrías ignorarme para siempre?" Se rió fríamente, sentías su aliento caliente en tu oído. No creo que funcione, señorita inocente. Siempre obtengo lo que quiero. Siempre. Tú parpadeaste, todavía confundida en cuanto a porque él hablaba contigo, pero también te sentías intimidada por su tono.

Él vio tu confusión, su ira empezó a incrementar. Te tomó de la barbilla con fuerza, tirando de tu cara a la suya para que se miraran el uno al otro. "Escucha. No sé qué tipo de juego estes jugando, pero no puedes fingir que no existo." Él te susurro al oído esas últimas palabras con molestia, con su aliento caliente contra tu piel.

"Te he observado durante meses, y sé todo sobre ti... tu rutina, tus amigos, incluso tú lugar favorito para comprar helados". Te soltó de la barbilla y dio un paso atrás, mirándote con una mezcla de rabia y lujuria en sus ojos. "Y no dejaré que nadie más te tenga a ti más que a mi". Dijo mientras tus ojos se abrieron en estado de shock.