En la ciudad de Serena, había una hora que pocos conocían: el conticinio. Era un momento en la noche cuando el mundo parecía suspenderse en un silencio que solo los más sensibles podían percibir.
Lucía, una joven. Cada noche, se levantaba de su cama y salía a caminar dejándose envolver por la serenidad del conticinio. Sus pasos resonaban ligeramente en los adoquines, pero incluso ese sonido parecía ser absorbido por la calma envolvente.
Una noche, vio a un anciano sentado. Era un hombre que no había visto antes. Lucía se acercó, sintiendo que había algo especial en él.
—Buenas noches, joven. Has venido a escuchar el silencio, ¿verdad?
Lucía asintió, sorprendida de que él comprendiera su búsqueda.
Se sentaron juntos en silencio, y Lucía comenzó a notar cosas que nunca antes había percibido.
El anciano empezó a contarle historias de tiempos antiguos, de momentos olvidados y de almas que, como ella, buscaban respuestas.
8vo c Grupo#3
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El conticinio
Short StoryEn la ciudad de Serena, Lucía, una joven sensible al conticinio, encuentra a un anciano misterioso que le revela la importancia de escuchar el silencio y la guía en el camino para descubrir su propósito.