"El día que te conocí".

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[                                   Narra Edgar.                             ]

—Después de que Emz, esa chica a cuál admiraba se haya enojado conmigo por lo que había dicho me sentí culpable, mí apariencia e incluso mí personalidad no ayudaba mucho para hacer y mantener a los pocos amigos que tenía.

Emz: Bueno, nos vemos supongo, ¡ya quisiera ver cuáles son las cualidades del nuevo Brawler!.

—Ah, claro. De seguro son genial– fui interrumpido por nuestro director dándonos la bienvenida q todos. Ya que hubieron muchos cambias y también muchos brawlers que vinieron de otros colegios o de intercambio por sí se podría decir así.
Todos fueron presentados aunque hubo una excepción.

No tuve más remedio que quedarme mientras casi me quedaba dormido por lo aburrido que estaba, lo menos que quería es que tocara ese "chico asiático" es nuestro salón.

Al quedarme pensando para mí mismo una luz llegaba al escenario, tenía una cierta curiosidad. Supongo.

—Mis ojos se iluminaron por la radiante llegada sorpresa de un asiático, con camisa blanca y un pantalón azul con tirantes amarillos. Que llega apareciendo haciendo unas volteretas y unas espectacular patada. Al notar practicaba karate o algo que ver.

—Fang: Buenos días a todos y gracias por darnos la bienvenida a mí y a los demás. Espero que nos podamos llevar bien, mí nombre es Fang y me gustan mucho las palomitas.

-Fue sorprendente de ver, pero pude reaccionar tratando de mover mí cabeza a los lados, al final no era la gran cosa, agarré mis cosas y me fui a mi respectivo salón, claro que solo ya que mí hermana Colette era mayor que yo así que iba en otro año. Mientras esperaba a nuestro profesor que por suerte llegaba tarde me puse a escuchar música de los Bad randoms. Eran geniales y los admiraba, tal vez iría al concierto de ellos q se aproxima.

Estuve tan perdido en mis pensamientos que no noté como ese chico asiático se me acercaba para preguntarme por qué estaba solo. ¿Qué y cómo debería de responderle? Tampoco es como que me interesara hablarle. Era muy molesto al insistir.

Traté de respirar profundo para no responderle de mala manera pero mí simple y seca respuesta fue un "No te incumbe".

—Fang: ¡Hey!, ¿por qué eres tan grosero? Simplemente estaba preocupado porque te veías solo, es algo raro pero ya me doy cuenta por qué. Pero dejando ese tema. ¿Te gustaría sentarte en el recreo conmigo?.
Sabes que soy nuevo y pues no conozco a nadie? -Este lo decía con tanta tranquilidad y una gran sonrisa hacia mí-

—Eres raro, ¿además para qué me lo pides a mí de tantas personas que hay acá?. No intentes ser amable conmigo, Fang. Tú y yo no somos amigos.

—el asiático me miró muy confundido dando un pequeño suspiro—
—//Fang: Bien, pero recuerda que te seguiré insistiendo después, me pareces interesante y quisiera conocerte e intentar ser tu amigo. No quiero incomodar en realidad. —Este se giró hacia su puesto sin antes poner el pulgar arriba—

—ciertamente me sentí algo mal por lo que había dicho, pero claro que no me arrepiento. No sé quién se cree. Tal vez solo se está burlando de mí.