epílogo

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"Un pirata que le pertenece al mar"

Eso es lo que piensan todos cuando ven al alfa Monkey D. Luffy. Un hombre que deja que las olas del basto océano guíen su destino, vive su vida a como le plazca, goza de riquezas, fama y poder todo hasta que se topa con aquello que hace sufrir a los hombres.

Se enamoró

Habían algunas historias y teorias al rededor de este famoso pirata, hasta unos llegaban a decir que el se había enamorado del mar y no estaban equivocados con esa loca teoría.

Los rumores eran ciertos el definitivamente se había enamorado del mar. Quedó maravillado por su rebeldía y belleza, que el mismo considera desmesurada, tiene el poder de sobrecargar todos sus sentidos logrando elevar su ritmo cardíaco, palpitaciones, sentimientos incomparables y emoción cuando su presencia nada dócil le hace frente,

Para el ningún tesoro de esta tierra se le compara ni la joya más valiosa o el diamante más grande son suficientes para dar en ofrenda así que no duda ni un segundo y le entrega su corazón.

Pero que pasa cuando el mar que guía la vida de Luffy lo abandona en un lugar desconocido donde no podía sentir el aroma de su presencia. Ese sentimiento de no saber a dónde dirigirte, estando completamente perdido con este revoltijo de emociones que nunca había experimentado, que no hacían más que confundirlo y frustrarlo por no saber cómo controlar sus impulsos.

– Zoro, a partir de hoy habrá una única regla en el Sunny

La Regla - LULAW Donde viven las historias. Descúbrelo ahora