꒰ Vejación de verano | Hananene ꒱

✧ -「 Parte IV 」⇢ [Final]

Se puso de pie y miró hacia la puerta una vez más. Todavía le temblaban las manos, así que las apretó en puños.

"Hanako-kun", dijo cuando abrió la puerta.

Saltó hacia la puerta que se abrió de golpe, casi cayéndose del alféizar de la ventana. “¡¿Y-Yashiro?!” gritó.

Nene se acercó a él resueltamente, una mujer con una misión. “Recibí tu carta”, le dijo.

Las cejas de su amigo fantasma se arquearon consternado. "¡¿Qué?!"

Lo agitó frente a su cara. "Tu carta. La que no querías que viera".

Al ser un fantasma, Hanako generalmente estaba pálido, pero ahora palideció tanto que parecía un fantasma de una caricatura. “No…”

Tal vez la sonrisa vengativa en su rostro era un poco cruel, pero después de haber sido objeto de burlas durante tanto tiempo, Nene sintió que era justo. "Sí."

"F-Fue una broma", intentó. "¡Por eso lo arranqué!"

"No creo que lo sea", replicó ella. "Si fuera una broma, ¿por qué te esforzarías tanto en evitar que lo viera?"

"¡No resultó ser muy divertido!"

“Sí”, asintió Nené, “¡porque no era una broma!”

"¡¿Por qué importa?!" Hanako levantó la voz y se cubrió la cabeza con los brazos. "¡De todos modos, no es asunto tuyo! ¡¿Tienes que ser tan entrometida todo el tiempo?!"

"¡Ohhh, bueno, discúlpame por estar interesado cuando mi nombre está ahí!"

Luego resoplaron el uno al otro durante unos segundos en silencio, Nene mirando a Hanako y Hanako apretando los dientes hacia Nene.

Y en ese momento, recordó algunas palabras elegidas de esa página: Quiero besarte, incluso cuando estés enojada conmigo.

"Hanako-kun", dijo, con tanta orden como pudo, "bésame".

Él obedeció, alcanzó su rostro y sus labios chocaron contra los de ella. Nene se presionó contra su boca, cerró los ojos con fuerza y colocó su mano sobre la de él mientras descansaba en su mejilla, la página que había estado sosteniendo cayó al suelo. Había sido tan contundente que le aplastaron un poco la nariz, pero aun así era lo mejor que le había pasado en la vida.

Cuando se separaron apenas unos segundos después, Nene tardó en dejar que sus ojos se abrieran. Se sintió mareada, así que se agarró de las mangas de su chaqueta, tratando de no tropezar.

"Yo... no debería haber hecho eso", murmuró, tratando de alejarse de ella.

"Sí, deberías haberlo hecho", dijo, tirando de sus mangas para acercarlo en lugar de dejarlo alejarse. “Quería que lo hicieras. Te lo dije".

"Probando si lo que había en la página era cierto, ¿eh?" A Nene no le gustó la sospecha en su voz, la mirada cautelosa en sus ojos color ámbar. "Bien, te divertiste.

Ella se quedó mirando. "¿Divertido?"

"Sí", dijo el fantasma más tonto del mundo. "Has hecho tu pequeña broma. Me tienes".

“¡¿POR QUÉ TE DARÍA MI PRIMER BESO POR UNA BROMA?!” rugió ella, sacudiéndolo por las mangas. “¡HANAKO-KUN, IDIOTA!”

"Qu-está bien, ¡deja de sacudirme!"

“¡Me sentí tan feliz cuando leí esa página!” A pesar de sus mejores esfuerzos, estaba empezando a sonar emocionada. “Muy, muy feliz… ¡¿No sabes cómo me siento ahora?!”