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William y Reese no se hablaron, no se hablaron ni por broma.
Hasta que llegó el baile de fin de año.
William no quería ir, no quería ver la cara tonta de Reese.
Era el día del baile, ya casi era la hora, Will estaba en su cuarto mirando una película en la televisión.
—William-llamó su mamá
—dime
—¿no te bas a preparar por el baile?
—¿y con quien debería ir?
—¿no tenías que ir con Reese?
—se va con otra chica
—no te habías confesado
William la miró perplejo—¿como lo sabes?
—tu papá
—¿no se puede quedar callado ese viejo?-susurró William entre sí
Su mamá lo estaba mirando con ternura, se acuerda de la primera vez que hizo coming out con ella, en verdad lo hizo cuando tenía 5 añitos pero todavía estaba demasiado pequeño.
—¿quieres hablar de lo que pasó?
Will suspiró y se sentó en el sofá para después asentir con la cabeza.
También su mamá se sentó.
—¿entonces? ¿Qué te dijo Reese sobre eso?
—él es hetero mamá, no le gusto
—¿enserio?
—si
—extraño
William la miró confundido—¿porque?
—no sé, parecía que le gustabas
—¿enserio?
—si William si, y para mi le gustas, solo que no lo admite
—no se mamá, creo que ya hemos terminado, en todo los sentido
—¿quieres un consejo?
—no
—fué una pregunta retórica-su mamá lo miró mal
—oh, pues sì
—ve al baile y habla con el, aclara, si no le gustas, sigue siendo su amigo
—joder mamá...¡tienes razón! ¡Me voy a cambiar para el baile!-William corrió hasta su cuarto—¡te quiero!-gritó desde su cuarto
William estaba emocionado, pero no debería hacerse demasiadas ilusiones porque si no hubiera salido como quería se habría enterrado.