¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡Necesitas calmarte, Ian!- Exclamó el enfermero jefe.
- ¡No me calmo ni una mierda!- Contesté furioso.
Seguí buscando, revoleando todo lo que me encontrara tan lejos de mí, haciendo partir muchas cosas a la mitad.
- ¡Lo dejé acá y ya no está! ¡Seré una mierda de persona por estar loco, pero no le he robado nada a nadie de este maldito manicomio! ¡Ni por necesidad ni por venganza!- Esos estúpidos se llevaron mi álbum de fotos...
Vas a decir ¿Tanto escándalo por un mugroso álbum? Pero no es un simple álbum de fotos. Ahí estan los momentos más importantes que pasé con mi mamá y hermana. Y ya no está.
- ¿Qué es este desorden Ian?- Llegó Natalia.
- ¡Naty!- Verla ahí me calmó un poco, pero no podía dejar de hechar humo de la rabia que sentía. - ¡Naty! Tenés que ayudarme a buscar...- La miré con expresión triste.
- ¡Claro, sí! ¿Qué pasó? ¿Qué tenemos que buscar?- Se subió las mangas de su uniforme de enfermera, lista para ayudarme.
- Se le perdió el álbum de fotos y está armando un berrinche...- Empezó a redactar Richard.
- ¡No digas que se me perdió! Lo agarraron. Y no hago un mierdero "berrinche" por nada.- Hice comillas con mis dedos cuando dije esa palabra con molestia. - No te atrevas a tratarme como un nenito caprichoso o un mentiroso. Si yo te quitara el cuadro que tenés en tu oficina de tu familia, estarías gritando sin parar.- Le señalé con reproche.
- Tenés un punto... Bueno, para que te quedes tranquilo, voy a avisar por los parlantes por si alguien más lo agarró. De mientras deja que Natalia te ayude a buscar. Y tranquilízate. Sabés que te aprecio pero no voy a dudar en anestesiar tu culo si no te comportas.- Me advirtió, yo le miré con expresión desafiante.
Pasó un largo rato que buscamos por todos los rincones, nada. No había nada. Richard ya había anunciado la situación como dijo hace mucho rato. ¿Quién podría haberse atrevido a meterse en mi pieza? Pensé, pensé y pensé a punto de arrancar mi pelo de los nervios.
- Ayúdame a pensar, Naty.- Ella me miró, sentada desde mi cama sin entender a lo que me refería. - Si no está acá, significa que alguien lo agarró. ¿Quién pudo haber sido?- Entonces miró por la puerta, hacía el pasillo, parecía estar pensando, hasta que después de unos minutos habló.
- Podrían ser el grupo de Alejandro, ¿No creés? -
- También lo pensé, pero no hay motivo para desquitarse así, él no se mete con cosas personales.-
- Y entonces... ¿Qué tal tu ex compañero de pieza? Te llevabas mal con él por qué no te gustaba su actitud y a él la tuya.-
- Hmm, no creo, después de todo lo cambiaron de pieza y ya no nos dirigimos ni la palabra.-
