Thaysa

00. Prólogo

“(...) Y jamás volvió, desapareció en las tinieblas de la noche.”

Muy sumida en mis sueños, escucho el ruido del despertador anunciando que el Lunes había comenzado.

Suelto un bostezo antes de refregarme los ojos para acabar de despertar.

Mi nombre es Thaysa, tengo 14 años y vivía en Canadá hasta hace más de un año. Pero unas semanas atrás, nos mudamos a Madrid, España para terminar mi último año de secundaria y poder estudiar en la Universidad a la que quiero ir.

Me puse mi uniforme y me peiné un poco el cabello, decidí llevarlo suelto por puro capricho por que casi siempre suelo traerlo en una coleta baja con algunas vueltas, ya que es demasiado largo.

Termino de organizar mi mochila y bajo las escaleras de mi nueva casa. No es muy grande, pero es acogedora y mi habitación tiene un balcón, las barandas de este tienen enredaderas de uva.

Al llegar abajo me encuentro a mi padre sentado en uno de los banquillos del desayunador leyendo el periódico con una taza de café al lado. Mientras tanto mamá preparaba unas tostadas.

—Buenos días—saludé a mis padres y me senté en otro de los banquillos al lado de mi padre

—Buenos días hija ¿lista para tu primer día?—enuncia mamá dandome una sonrisa amable

—Supongo, no lo sé, digo, escuela nueva, casa nueva, todo aquí es nuevo para mí así que, tal vez esté un poco ansiosa—le contesto a mi madre mientras me sirvo un poco de jugo de uva en un vaso pequeño

—Bueno, ya sabes lo que te decimos—

—No subirme al auto de extraños, ni aceptar una bebida de desconocidos a menos que el envase esté cerrado, ni quedarme sola con un chico en un espacio cerrado, si, lo se papá—interrumpo a mi padre antes de que me diga la larga lista de órdenes y reglas que me han instruido desde pequeña

La verdad, hasta ahora no han sido muy efectivas o al menos, no me ha pasado nada de eso.

Mi padre rió y mi madre negó con la cabeza para darme dos rebanadas de tostadas con mermelada y otras dos a mi padre.

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La escuela es enorme, tiene unos cuatro pisos y el frente está repleto de estudiantes. Me sorprende que quepan tantos, en mi antigua escuela, más de 32 alumnos en un aula parecía demasiado.

Me senté en unos bancos que estaban algo alejados de la entrada, aunque había más a mi alrededor, esos estaban vacíos. Excepto por uno que estaba en la esquina, al lado de la entrada, en el estaba una chica de cabello ondulado y corto por los hombros, negro con mechones azul oscuro y unos cascos de color gris que se conectaban a un cable en su teléfono.

Que apariencia tan extraña.

Parecía una chica emo o una dark, creo que el último le pega más, también noté que llevaba una chaqueta negra encima del uniforme.

Definitivamente es una chica dark.

Observé a mi alrededor y había varios estudiantes que se unían en pequeños grupos y otros que estaban dispersos por toda la institución.

La campana sonó dando comienzo a este agotador día de clases y con algo de ayuda logré encontrar el salón que me correspondía.

Respira Thaysa, es tu primer día es normal.

Esto va a hacer más difícil de lo que esperaba.