Ahora mismo nuestro villanos favoritos estaban encerrados en la comisaría de Ciudad Carmín por sus crímenes de ayer... y su idiotez. Por encima de todo: la idiotez e incompetencia de estos tipos.
—La próxima vez deberíamos ser más sutiles. Pero no habrá próxima vez, ¿o sí? Nunca la hay.
—Es muy difícil pasar desapercibidos teniendo un globo con tu cara, chimuelo. Más bien deberíamos empezar a planear nuestro escape ya mismo.
—Shhhhhh —Jessie le tapó la boca a su amigo—. ¿Por qué no lo dices más alto? ¿Eh? Si nos escuchan, nos irá peor.
—Esto no podría ser peor... —dijo mientras se sentaba—. ¿Qué rayos nos pasa? Antes éramos los mejores, pero ahora... nada. Ni robar unos pocos Pokémon podemos —A James le dio una pequeña depresión después de haber dicho eso, aunque en realidad exageraba.
—¿Enserio? ¿Los mejores en qué, exactamente?
—Extrañamente, hay mucha gente que nos quiere, ¿eso no cuenta? —preguntó Meowth.
—Nuh-uh. Nope. Alto, ¿qué gente? —Justo cuando Jessie formuló la pregunta, la oficial Jenny hizo acto de presencia y abrió la celda.
—¿Adivinen qué? Su fianza fue pagada, lo que significa que ya pueden irse.
—¡Ja, ja! Por fin. No quiero volver a poner un pie en este lugar —dijo Jessie con euforia.
—Sí, aquí huele raro. No me agrada —dijo Meowth mientras se tapaba la "nariz".
—Pero, ¿quién rayos la pagó? —preguntó James con una gran confusión.
—¿Tú quién crees? El único que parece saber de nuestra existencia.
Ya afuera, el grupo caminó un poco hasta que recibieron una llamada del mismísimo Giovanni, convocándolos para que fueran a la nueva base del Equipo Rocket (que usaba una fábrica textil como fachada) en Ciudad Carmín para una reunión.
En la oficina de Giovanni.
Todos entraron en la oficina, nerviosos por lo que su jefe pudiera decirles.
—Siéntense —dijo él líder de la organización, mientras acariciaba a su Persian con la silla mirando hacía atrás.
El cuarteto obedeció y se sentó.
—Entonces... —voltea su silla para verles la cara—. ¿Podrían explicarme por qué los arrestaron?
—Esto... ¡Meowth se lo dirá! —Jessie empujó la sillita de Meowth un poco hacia adelante.
—¿Qué? ¿Por qué yo? —La peli-magenta le dio al chimuelo una mirada de muerte, intimidándolo y seguramente bajándole el ataque también—. ¡Ok! Bien... lo que sucedió es que íbamos a hacer lo de siempre: robar Pokémon con la red y el globo. Todo iba bien, pero el trabajo se terminó torciendo.
—¿Por qué? —Giovanni lo sabía perfectamente, pero quería asegurarse de que sus subordinados no le mintieran.
—Porque... apareció Spider-Man y lo arruinó todo —dijo Meowth, nervioso.
—Ooooh, ¿Spider-Man? Bueno, no pasa nada. Está bien.
—¿Enserio? —preguntaron todos al mismo tiempo—.
—¡Claro que no! —Le da un golpe a la mesa—. ¿Saben el gran problema que supone esto para nuestras operaciones?
—¿P-podría ilustrarnos, por favor? —Preguntó James con miedo.
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Spider-Man: el defensor de Ciudad Carmín
Fanfiction¿Qué pasa cuando un Ariados fuera de lo común se topa con un entrenador optimista y entusiasta... y lo muerde? Pues consigue poderes, claro que sí. Gracias a esto, Ash decidió que lo mejor sería usar estos poderes por el bien común, y también porque...