sus manos inquietas recorrían cada parte de mi cuerpo, como si este le perteneciera.
cada cosa que hacía me volvía totalmente loca, él me volvía loca.nuestros gemidos se escuchaban por toda la habitación sin miedo alguno provocando un ambiente más caliente de lo que ya era.
lo único que se sentía en ese silencio era como su pelvis chocaba contra mi culo.
me agarra del mentón inclinándose para dejar un corto beso en mis labios, sonreí, pero no me duró mucho cuando sus embestidas se hicieron fuertes haciendo que mis gemidos se vuelvan incontrolables.
las gotas de sudor bajaban por mi rostro, mis ojos cerrados y mi labio inferior a punto de sangrar de tantas veces que lo mordí.
su mano presionaba mi cuello mientras me embestía con bronca, provocando mi orgasmo, hundí mi cara entre las sabanas descansando en ellas con mis ojos entrecerrados para volver a recuperar aire.
al separarnos empezó a dejar besos cortos en mis pechos, subiendo su camino de besos hasta mi cuello dejando mordidas en el.
mis labios buscaban sedientos a los de él, como si dependieran de ellos. sus brazos abrazan mi cintura dejando su cara en mi pecho.
──sos más hermosa cuando te tengo así
──¿así como?
──siendo toda mía, y solamente mía
una risa escapa de mis labios haciendo que el me mire con mala cara, mostrándome el dedo del medio.
dejo un beso cálido en sus labios para luego separarme de él. recibiendo quejas de su parte, tirándose para atrás mirando el techo.
miró hacia el piso buscando mi ropa que estaba esparcida por todos lado a un lado de la suya. muerdo mi labio inferior mientras me ponía la lencería que horas atrás había sido arrancada de mi cuerpo.
subo por mis pies el vestido de satén negro que estaba a un costado de la cama. siento como sus manos rodeaban mi cintura atrayendome hacía él, como queriendo impedir mi despedida.
──que te haces, si seguro apenas salga de esa puerta llamas algún gatito tuyo para que venga y te acompañe──reí
──me leíste la mente
sus besos en mi cuello hacen que ponga mis ojos en blanco esbozando una sonrisa que se borra a los segundos al escuchar su respuesta.
──no te vayas──susurra cerca de mi oído con la voz ronca──quédate conmigo
──no puedo enzo, no me la compliques──me separé de él con seriedad, dejando un corto beso en sus labios──¡sali, andate con la otra!
──entende que yo te amo a vos, enferma de mierda──se aleja de mi con su semblante sumamente serio
──¡salí!
me aleje de él apenas quiso agarrarme de la mano, mis tacones negros se encontraban a un lado mío, sin esperar más los agarre con mis dedos y me dirigí a la puerta de su habitación.
siento como su mano me agarró del brazo tirandome hasta donde el estaba, y con su mano libre me tomo del cuello acercando sus labios a los míos, demorando mucho en unirlos causando molestia en mí.
──vos a mi me tratas bien, pendeja de mierda. ahora te la bancas
murmura sobre mis labios antes de unirlos con los suyos, en un beso desesperado y con demasiadas ganas atoradas desde antes. un movimiento le falto para subirme en su cintura apretando con suma fuerza mi culo.
en tan solo un par de minutos lo tenía encima mío moviéndose sin importarle que mis gemidos se escucharan por todos lados. sin siquiera importarle nada.
coger con enzo era algo que me encantaba, me encantaba como ambos nos entendíamos a la perfección y como nos gustaba experimentar el uno con el otro.
sin dudas, me volvía loca en todo sentido.
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relámpagos | enzo díaz
Random𝐑 | "tu beso quema mi piel sensible sos el relámpago que brilla en la noche tus ojos, perlas que miran firme hermosos como luna llena en la noche"