Capitulo Once.

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— ¿Quieres que hagamos de niñero de tu novio? ¿El ex agente del FBI?

Hyunjin miró hacia su hermano con el ceño fruncido, pero antes de que pudiera justificar su declaración, Jeongin soltó: —Nos encantaría.

La expresión del rostro de Seungmin le dijo a Hyunjin que ese "nosotros" en la declaración, era un concepto subjetivo. No tenía ninguna duda de que Jeongin quería echarle un vistazo a Felix y ver en él que era lo que tenía que atraía a Hyunjin. Si él hubiese podido enviar solo a Jeongin, lo habría hecho, pero esa no era una opción real.

Seungmin nunca dejaría que Jeongin fuera solo, sin importar cuán capaz era este de cuidar de sí mismo. Era como si Seungmin estuviera seguro de que Jeongin se daría a la fuga, si no pasaban juntos cada momento del día. No importaba lo obvio que fuera que Jeongin solo tenía ojos para Seungmin.

No se escapó de la atención de Hyunjin que Felix también era capaz de defenderse, pero, a diferencia de Jeongin, Felix tenía un obvio talón de aquiles. El solo hecho de haber tocado esa nota Post-it lo había paralizado y lo había dejado en agonía. Si algo así hubiese sucedido en presencia de Taeyong, este podría haberle hecho cualquier cosa a Felix. Cualquier cosa.

El solo pensamiento hizo hervir la sangre de Hyunjin. Encontrarse con Felix en ese estado, había hecho que Hyunjin se sintiera impotente y enfurecido. Él iba a tomarse su tiempo con Taeyong. Quería que sufriera por cada cosa inimaginable, y había pasado el día entero fantaseando con la cara de Taeyong retorcida en medio de la agonía. Hyunjin incluso barajeaba hacer una excepción con él y quitarse los auriculares solo para escucharlo gritar.

Lógicamente, Hyunjin entendía que Taeyong había conseguido llegar a Felix, solamente porque lo había pillado con la guardia baja. Pero, emocionalmente, Hyunjin se enfurecía al pensar que ese tipo podía intentar venir a por Felix. Felix le pertenecía a Hyunjin. Y a Hyunjin no le importaba hacer un ejemplo de Lee Taeyong. Le sacaría las entrañas y lo dejaría colgando para que todo el mundo viera lo que pasaba cuando intentaban atacar a alguien que le pertenecía.

Taeyong estaba probando a Felix, jugando con él antes de matarlo. No importaba. Taeyong no iba a quedarse demasiado en este mundo. Pero, mientras tanto, Hyunjin necesitaba que Felix estuviera a salvo hasta que terminara su asignación de esa noche.

Hyunjin generalmente esperaba con ansias sus muertes. Había estado esperando ansioso por poder librar al mundo de esta amenaza en particular. Se habían pasado meses examinándola, y ahora que lo habían hecho, Junho había pedido que se le diera un manejo inmediato, que Hyunjin se hiciera cargo de forma rápida antes de que lastimara a alguien más.

Su padre no era como Hyunjin y sus hermanos. Él era el corazón de su familia. Minho decía que él era el corazón sangrante de la familia, el que tenía un interés personal en cada muerte y que de alguna manera necesitaba curarse a sí mismo tras cada asesinato. Ninguno de ellos sabía qué le había pasado a Junho para convertirlo en lo que era, pero todos sabían que tuvo que haber sido algún tipo de... incidente lo que lo había provocado, y llevado a adoptar a un grupo de niños mentalmente inestables para entrenarlos antes de soltarlos sobre la peor parte de la humanidad. Nadie simplemente se despertaba un día y decidía crear su propio escuadrón de Los Vengadores sin haber tenido la mera provocación.

—Te gusta mucho, ¿eh? —preguntó Jeongin, sacando a Hyunjin de sus pensamientos.

—Es... perfecto. —dijo Hyunjin.

Seungmin se dejó caer en el sofá, su cuerpo estremeciéndose por la risa. — ¿Quién eres tú?

—Supongo que esa es una pregunta retórica.

Psyco - Hyunlix #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora