Me encontraba sentada en la sala de la casa leyendo un libro, muy bueno a decir verdad, estaba escuchando música a un volumen alto para evitar distracciones, mamá estaba recostada en su habitación pues, después que llegamos ella dijo que se daría un baño y iría a descansar un rato, mientras yo me encontraba, como ya mencioné, leyendo.
Era satisfactorio leer sin distracciones o preocupaciones, o eso pensaba hasta que recordé la tareas que avían dejado para entregar mañana. Cerré el libro al recordarlas y subí a mi habitación para hacerlas; eran las 3:18 pm así que me daría suficiente tiempo para hacerlas antes de que cayera la noche, que es cuando papá y Liz volvían a casa.
No tarde tanto en hacerla, pues resultó ser de un tema que ya había visto anteriormente, sin darme cuenta ya eran las cinco de la tarde, me quite los audífonos y puse mi teléfono a cargar, y baje a la cocina, pues tenía un poco de habré.
Entre a la cocina y vi el suelo lleno de tierra, me extrañe ya que no estaba así cuando subí a mi habitación de repente escuché un ruido cerca de la nevera, tome lo primero que ví, lo cual fue un sarten, y me dirigí lentamente hacia el lugar de donde provenía el ruido, y justo cuando iba a levantar el sartén ví un pequeño gato tratando de alcanzar la alacena. Suspiré y dejé el sartén en su lugar para volver a dónde estaba el gato, hay fue cuando note que había una ventana abierta llena de tierra, mire el desastre en el suelo y luego al pequeño felino que ahora me miraba.
— ¿Siendo tan pequeño como fue que pudiste entrar? — Dije acercándome a el para bajarlo al suelo.
El me seguía mirando curioso mientras maullaba, mire el estante en el que quería saltar y note que había una caja de cereales, mire nuevamente al gato el cual maullaba mirándome.
— ¿Tu también tienes hambre? — Le pregunté, como si me entendiera y al parecer lo hizo porque volvió a maullar.
Abrí la nevera y saque la caja de leche que había, la cerré y luego tome dos tazas de la estantería y verti un poco de leche en ambas, la taza mas pequeña, me agache y la baje al suelo para acercarsela al gato, el, muy gustoso, se acercó y empezó a tomar desesperado.
— Al parecer estabas más hambriento que yo — Dije acariciando su cabeza.
Me levanté de el suelo y tomé la caja de cereales que estaba en la alacena y serví un poco en mi taza, luego tome una cucharada para sentarme en una silla de el mesón y empezar a comer mientras miraba al gato.Luego de un rato el termino su leche y se subió a mis piernas mientras maullaba mirándome, por suerte ya me habia terminado mi cereal.— ¿Estás satisfecho? — Pregunté mirándolo, el empezó a ronronear para luego acostarse y cerrar los ojos — Tal parece que si.
— ¿Con quién hablas Eli? — Dijo mi mamá entrando a la cocina bostezando.
— Con un pequeño invasor — Mencioné sonriendo mientras acariciaba la cabeza de el gato.
Mi mamá se acerco a mi y vio al pequeño felino que ahora suponía estaba durmiendo — Pero que preciosura — Dijo mirándolo para luego mirar el desastre en el suelo.
— Precioso pero peligroso — Añadí burlonamente.
— Me di cuenta — Suspiro mirando el desastre en la cocina.
— Estará perdido — Hablé observando al gato para luego mirar a mi mamá.
— No lo creo, si no tendría collar — Respondió mirando el cuello de el gato.
Asentí volviendo mi vista al gato y luego se me ocurrió algo — ¿ Mami me puedo quedar con el ? — Pregunté sonriendo mientras la miraba recoger la taza en dónde le dí leche al gato.
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𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑀𝑎𝑟𝑖𝑝𝑜𝑠𝑎
RomanceCuando era pequeña solo quería una cosa, conocer al príncipe de mis si los y casarme con el para luego formar nuestra familia, pero que equivocada estaba al pensarlo, pues ahora sólo quería regresar a mi pasado y abrazar a esa pequeña niña. Elena...