.•♫•♬• 𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟔 •♬•♫•.

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Me encontraba sentada en la sala de la casa leyendo un libro, muy bueno a decir verdad, estaba escuchando música a un volumen alto para evitar distracciones, mamá estaba recostada en su habitación pues, después que llegamos ella dijo que se daría un baño y iría a descansar un rato, mientras yo me encontraba, como ya mencioné, leyendo.

  Era satisfactorio leer sin distracciones o preocupaciones, o eso pensaba hasta que recordé la tareas que avían dejado para entregar mañana. Cerré el libro al recordarlas y subí a mi habitación para hacerlas; eran las 3:18 pm así que me daría suficiente tiempo para hacerlas antes de que cayera la noche, que es cuando papá y Liz volvían a casa.

  No tarde tanto en hacerla, pues resultó ser de un tema que ya había visto anteriormente, sin darme cuenta ya eran las cinco de la tarde, me quite los audífonos y puse mi teléfono a cargar, y baje a la cocina, pues tenía un poco de habré.

  Entre a la cocina y vi el suelo lleno de tierra, me extrañe ya que no estaba así cuando subí a mi habitación de repente escuché un ruido cerca de la nevera, tome lo primero que ví, lo cual fue un sarten, y me dirigí lentamente hacia el lugar de donde provenía el ruido, y justo cuando iba a levantar el sartén ví un pequeño gato tratando de alcanzar la alacena. Suspiré y dejé el sartén en su lugar para volver a dónde estaba el gato, hay fue cuando note que había una ventana abierta llena de tierra, mire el desastre en el suelo y luego al pequeño felino que ahora me miraba.

  — ¿Siendo tan pequeño como fue que pudiste entrar? — Dije acercándome a el para bajarlo al suelo.

  El me seguía mirando curioso mientras maullaba, mire el estante en el que quería saltar y note que había una caja de cereales, mire nuevamente al gato el cual maullaba mirándome.

  — ¿Tu también tienes hambre? — Le pregunté, como si me entendiera y al parecer lo hizo porque volvió a maullar.  

  Abrí la nevera y saque la caja de leche que había, la cerré y luego tome dos tazas de la estantería y verti un poco de leche en ambas, la taza mas pequeña, me agache y la baje al suelo para acercarsela al gato, el, muy gustoso, se acercó y empezó a tomar desesperado.

  — Al parecer estabas más hambriento que yo — Dije acariciando su cabeza.
Me levanté de el suelo y tomé la caja de cereales que estaba en la alacena y serví un poco en mi taza, luego tome una cucharada para sentarme en una silla de el mesón y empezar a comer mientras miraba al gato.Luego de un rato el termino su leche y se subió a mis piernas mientras maullaba mirándome, por suerte ya me habia terminado mi cereal.

  — ¿Estás satisfecho? — Pregunté mirándolo, el empezó a ronronear para luego acostarse y cerrar los ojos — Tal parece que si.

  — ¿Con quién hablas Eli? — Dijo mi mamá entrando a la cocina bostezando.

  — Con un pequeño invasor — Mencioné sonriendo mientras acariciaba la cabeza de el gato.

  Mi mamá se acerco a mi y vio al pequeño felino que ahora suponía estaba durmiendo — Pero que preciosura — Dijo mirándolo para luego mirar el desastre en el suelo.

  — Precioso pero peligroso — Añadí burlonamente.

  — Me di cuenta — Suspiro mirando el desastre en la cocina.

  — Estará perdido — Hablé observando al gato para luego mirar a mi mamá.

  — No lo creo, si no tendría collar — Respondió mirando el cuello de el gato.

  Asentí volviendo mi vista al gato y luego se me ocurrió algo — ¿ Mami me puedo quedar con el ? — Pregunté sonriendo mientras la miraba recoger la taza en dónde le dí leche al gato.

𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑀𝑎𝑟𝑖𝑝𝑜𝑠𝑎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora