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Estaba agitada, como si hubiera corrido un maratón

No paraba de soltar gemidos y jadeos de placer, él estaba justo encima de mí, besando cada parte de mi cuerpo, y lo único que yo podía hacer era sostenerme de las sábanas blancas, no podía pensar en nada más de su piel caliente contra la mía, eso me volvía loca

Tomé su cabello entre mis manos apretando levemente, haciendo que me vea con sus ojos azules, eso ojos los cuales me traían loca

Él se acercó a mi rostro dispuesto a besarme, muy seguro de sí mismo, posicionó una de sus manos en mi cintura y la otra a lado de mi cabeza

Estaba cerca, demasiado cerca, tanto así que podía sentir su respiración entremezclarse con la mía, muy cerca

Cerré mis ojos esperando el beso, el tacto de sus labios presionando los míos, pero en su lugar solo pude escuchar el sonido de la alarma, despertándome de mi caliente sueño

Tan caliente que apenas apagué la alarma, me quedé en shock viendo al techo, fue demasiado, se sentía tan real, tanto que cuando cerraba mis ojos aún podía ver esa imagen de él sin camisa, sudado y encima de mí

Bajé mi mano debajo de las sábanas, aún con los ojos cerrados y deje que todo fluya a la imaginación

Pasando unos minutos de eso, abrí mis ojos dándome cuenta de lo que estaba haciendo, pero no quería detenerme al tener increíble imagen mental en mi cabeza, así que solo seguí y no me detuve hasta que llegue a mi limite, haciéndome suspirar de manera pesada

Enseguida saqué mi mano de debajo de las mantas, y me quede observando al techo en silencio, recordándome lo que acababa de hacer, me sentía avergonzada por hacerlo

Me levanté decidida de mi cama, dirigiéndome al baño para darme una ducha, y tomar mi medicamento, hoy sin duda no quería dormir en ningún momento sabiendo lo que probablemente soñaría, sería mejor mantenerme despierta

Después de tomar esa ducha congelada para bajar la calentura, me encaminé a mi habitación otra vez para poder vestirme, quedando en silencio al recordar mi charla de ayer con mi hermana

Sacudí mi cabeza para olvidarme de eso y bajé a desayunar con mi madre y hermana

Tomé asiento en silencio, estaba más pensativa de lo normal y disociando más de lo que lo hago siempre, eso no pasó desapercibido por mi familia, pero de todas formas no preguntaron, sabían que no me gusta que me hagan preguntas sobre eso

Al terminar de desayunar me levanté de la mesa y fui al baño a lavar mis dientes, para minutos más tarde, salir de mi hogar y dirigirme a la casa del lago, necesitaba descansar unos minutos

Demoré menos de lo esperado, aún sabiendo que la casa estaba lejos

Apenas llegué me arrojé al sofá boca abajo, no sabía que hacer, ni que pensar, tenía que decírselo a Dalma, los demás ya debían saberlo, seguro todos lo sabían excepto por mí

Grité contra el almohadón que había en el sofá, ya cuando me calmé, tomé mi teléfono y llamé a mi mejor amiga, quería contarle lo que había pasado, busqué su contacto en mi teléfono y la llamé, solo tuve que esperar unos pocos segundos para escuchar su voz del otro lado de la línea

—Hola, Elo, ¿Qué pasa?— me contestó ella

—Necesito hablar con alguien, ¿Puedes venir?, estoy en la casa del lago— le dije intentando no sonar tan decaída, aunque no funcionó y soné peor de lo que estaba

Enseguida voy, ¿Sucede algo?— me preguntó alarmada

—Sí— le respondí

¿Algo malo?— cuestionó

You and Me | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora