La viuda de Zayn (Cg!p)

Capitulo 2. ¡Ella Habla!

"... Y aquí está el último, pero ciertamente no menos importante, animal en nuestro recorrido", dijo Camila mientras conducía a un grupo de escolares a través de la última parte del zoológico. "Su nombre científico es Enhydra lutris, pero creo que todos los reconocerán como nutrias marinas".

Todos los niños se reunieron alrededor de la gran ventana de vidrio que daba al hábitat de las nutrias marinas. Cada uno tenía sus propios comentarios.

"¡Oh, son tan lindos!" dijeron muchas de las chicas.

"Se ven como ratas gigantes", dijeron algunos chicos.

"Sí, se parecen un poco a las ratas", dijo Camila, jugando con los niños. "Pero, en realidad, las nutrias marinas son miembros de la comadreja o familia de los mustélidos. Son los mamíferos marinos más pequeños y pueden vivir desde México hasta Alaska e incluso Japón..."

Una vez que terminó de educar a los niños sobre la nutria marina, fueron escoltados fuera del zoológico y de vuelta a su autobús. Cuando se fueron, cada uno se despidió de ella agradecidos por ser tan genial. Todas las niñas pequeñas se fueron con pequeños enamoramientos y todos los niños pequeños decidieron que querían trabajar en un zoológico cuando crecieran. Y así el primer día de trabajo de Camila terminó.

Se dirigió a su casa y no podía esperar para sentarse. Había estado de pie todo el día, algo a lo que no estaba exactamente acostumbrada, Entró en el departamento y encontró descanso en el sofá, hojeando los canales.

"Oye, chica, ¿Cómo estuvo el trabajo?" preguntó Dinah.

"Bien", dijo Camila, quitándose la chaqueta. "Pero, déjame decirte algo, ¡los niños nunca se callan!"

Dinah se rió y dijo: "Sí, pueden ser bastante habladores. ¿Cuántos tienes?"

"Treinta", dijo Camila, dejándose caer en elsofá. "Todo lo que hicieronfue interrumpirme, hacer preguntas, gritar, reír, y algunos incluso lloraron. Te lo digo, no les damos suficiente crédito a los maestros". Se quitó los zapatos y se relajó en el sofá.

"¡Camila, saca tus zapatos fangosos de mi sofá!" exclamó Dinah, tratando de alejar el olor de sí misma.

"Oye, no están tan sucios".

"¡Huelen a vinagre y al zoológico!" Dijo Dinah "Tíralos afuera para que puedan ventilarse".

Camila gimió y se puso de pie. "Bien", dijo, poniendo los ojos en blanco. Levantó sus zapatos y fue al balcón. Los arrojó, con cuidado de no tirarlos para que cayeran a la acera de abajo luego decidió ir a su habitación. Al menos allí no tendría que escuchar al mandona de Dinah.

Cerró su puerta y echó un vistazo alrededor. Todavía tenía cosas en cajas y ya era un desastre, ella tenía una pecera que tenía ocho peces pequeños diferentes que llevaban el nombre de todos los colores; Azul, verde, blanco, rojo, negro, morado, naranja y rosa. Tenía otro tanque que contenía una iguana de tres pies llamada Whiplash, a Dinah no le importaba demasiado. Algún día iba a tener al menos un perro y un gato. Camila quería todos los animales que podría tener. Eran sus bebés y los cuidó muy bien. Su sueño era algún día tener un zoológico en el que tratara a los animales como merecían que los tratasen.