La viuda de Zayn (Cg!p)

Capitulo 7. Mansión Jauregui

Había pasado una semana desde que Lauren admitió ser amiga de Camila, en ese momento se habían visto dos veces más, en el salón, por supuesto. Se sentaban y hablaban durante horas, acercándose un poco más. Camila podía sentir que Lauren comenzaba a sentirse más cómoda cada vez que se encontraban. Finalmente, se animó y le preguntó si podía verla fuera del salón.

"¿Y dónde nos encontraríamos?" ella preguntó, sin levantar la vista de su libro. Le resultaba gracioso que, aunque estaba allí y hablaban todo el tiempo, todavía leía un libro durante su tiempo juntas.

"Bueno, ¿Dónde me permitirías conocerte?" preguntó. "Sé que te afectan los lugares públicos y quiero que te sientas cómoda".

"Debo advertirle que no hay muchos lugares en los que me sienta cómoda", dijo Lauren "Solo mi salón, el café y mi casa".

"Bueno, supongo que eso nos deja con el café o tu casa" dijo Camila "Entonces, supongo que es el café. ¿Suena bien?"

"No, me he cansado un poco del café"

"¿Te has cansado de algo?" Ella rió. "Vienes aquí casi todos los días, lees un libro todos los días y tomas refrescos todos los días. Nunca vas al café.

¿Cómo puedes aburrirte?"

"Digamos que cada vez que voy allí últimamente me han bombardeado unos curiosos que no hacen más que mirar y susurrar sobre mí", dijo Lauren "Creo que se supo que voy ahí"

"Genial, eso apesta", dijo Camila. "¿Entonces sólo puedes venir aquí o estar en casa? ¿No te sientes prisionera?"

Lauren guardó silencio por un momento y luego dijo: "A veces, sí. Pero también me siento cómoda".

"¿Hay algo que pueda hacer?" preguntó Camila. "No creo que sea justo que debido a lo que algunos idiotas hicieron no puedas salir y ser una persona normal".

"No creo que sea justo tampoco", dijo Lauren. "Pero esta es la vida a la que estoy acostumbrada. No creo que pueda ser más feliz de otra manera".

"Bueno, tal vez pueda cambiar de opinión" dijo Camila. "Si me dejas, por supuesto".

"Ya veremos" dijo Lauren, mirando por encima de su libro por un momento.

"Entonces, supongo que no podemos vernos en ningún otro lado", suspiró Camila. "Oh, bueno, me gusta el salón de todos modos. Definitivamente diferente de lo que he estado acostumbrada, Pero no me importa salir de mi zona de confort para ti".

Lauren levantó la vista de su libro y sus ojos se encontraron. No estaba segura de por qué, pero siempre que la miraban directamente a los ojos, sentía como si todo su cuerpo se estuviera llenando de un calor radiante. Ninguna mujer había tenido tal afecto en ella. Y por mucho que la asustara, secretamente también la intrigaba.

Ella apartó sus ojos de los suyos y volvió a mirar su libro, esperando que no pudiera ver el rubor en sus mejillas. "Bueno, supongo que podría permitirte venir a mi casa", tratando de ocultar lo nerviosa que estaba por ofrecer esto.

Camila hizo lo posible por no dejar caer la boca al decir esto. "¿Tú... lo dices en serio?" preguntó.