Destinos entrelazados

Capitulo uno

Syra

Primer día, todo puede salir mal o todo puede salir perfecto solo es cuestión de descubrirlo, me levante a las 5 de la mañana solo para estar lista y llegar a tiempo a la escuela. Me lave los dientes, me arregle el cabello, me puse mi uniforme y baje directo a desayunar.

-Hola mami, ¿Como amaneciste?- pregunte

-Buenos dias cariño, perfectamente. Te quería comentar que hoy tendré turno de 48 horas para que no te sorprendas si no llego hoy ni mañana. Puedes salir a comer con tus amigos, solo si quieres.- me dijo para agarrar sus cosas y pararse en la puerta- Te quiero, no lo olvides y cualquier cosa llámame

-Si claro- le di una sonrisa y vi como salía por la puerta. Esa era la rutina ver como mi madre se iba y regresaba al día siguiente, o dentro de dos días, dependía que le decía su jefe. Me fui directo a la cocina y agarre el desayuno que estaba sobre la mesa.

Cuando termine el desayuno agarre mis cosas y me fui directo a la estación de autobuses, una vez que estaba ahi localice mi transporte y me subí.

-¿Le gustaría sentarse?- le hable a una señora como de unos 80 años probablemente

-Gracias, señorita. Por cierto usted es muy linda- me dio una sonrisa cálida

-Gracias- sonreí igualmente. La gente nunca solía decirme eso.

Yo nunca sobresalí entre mi grupo de amigas, yo siempre era la amiga a la que los niños se le acercaban para acercarse a mi círculo cercano.

Mi hermana era la más bonita de las dos y todo el mundo siempre no los recordaba.

Me baje rápidamente, y seguí para llegar a la nueva escuela. Dios cómo odiaba a los ricos, todos ellos tenían el cerebro atrofiado en especial las mujeres aquellas que solo piensan en ropa, maquillaje y joyas o cualquier lujo que se puedan dar. Los hombres también lo tenían pero no tanto ellos pensaban en autos deportivos y digo cada quien se gasta el dinero en lo que quiere pero era el colmo, que una pulsera cualquiera te puede costar hasta $4,000 dólares.

Estaba por entrar a la puerta, cuando me di cuenta que todas aquellas personas de las que me estaba quejando hace un momento bajaban de autos de alta gama, también note que las mujeres de aquí ya no llevaban mochila si no que llevaban bolsos carísimos

Pues si son ricos, dah

Gracias por recordármelo conciencia, no se notaba.

Me encontraba esperando afuera de la oficina del director, pasar por aquel pasillo fue toda una tortura todas aquellas personas se me quedaban viendo cual animal en zoológico.

-Señor Denaro, regrese en este instante- hablo un señor cómo de unos 50 años de estatura media y el cabello en un peinado perfecto- no hemos terminado de hablar.

Borre todos mis pensamientos del señor que podía ver que se encontraba parado y con un lenguaje corporal que denotaba molestia, cuando salió un chico de cabello rubio oscuro y unos orbes del color del cielo cuando llueve, bastante alto. Valla que si era guapo

-Tengo clase- que voz- Aparte, mis padres no van a venir. Si les llama o no, la verdad es que me interesa poco

El chico se detuvo y bajo la mirada para así verme

-Que tengas suerte, linda- me dijo para guiñarme un ojo- este señor esta loco- susurro lo suficientemente bajo cómo para que solo yo escuchara

Le sonreí y el siguió su camino por aquel pasillo que para mi era una tortura. Veía cómo se iba me quede unos segundos y voltee la cabeza en dirección al señor cuando me llamo