Parte 4 Pequeña venganza asesina

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Subaru se adentró en los pasillos de la Atalaya, eran una especia de laberinto que el ya conocía. Se había adentrado ya que quería encontrar a Emilia que se fue con Beatrice después de lo que hicieron. 

Tardó en percatarse que atrás suyo por la oscuridad le estaba siguiendo una chica, esta no se dio cuenta de que Subaru ya era consciente de ello.

Subaru: ¿Por qué me estás siguiendo? ¿No ibas a ir a la biblioteca ha ayudar a superar la segunda prueba?

Meili: ¿Como sabías que te estaba siguiendo? Siempre he sido muy sigilosa.

Meili se frustró consigo misma al haber sido descubierta, durante su pasado como asesina, siempre había practicado su sigileza con Elsa, para mejorar y ser más efectiva. Pero no entendió como Subaru la había descubierto tan fácil.

Subaru: Eres muy predecible Meili, incluso tus dotes de asesina no te van a servir contra mí.

Meili: Uixs!

Meili se molestó por sus palabras, pero más que frustración posteriormente sintió una pequeña desolación, ser domadora de bestias asesinas era todo lo que tenía y lo que le quedaba. Que alguien rebajase sus dotes de esa manera aumentaba su falta de autoestima.

Subaru reflexionó y fue consciente de que se había excedido un poco con sus palabras. Esta vez se giró para mirarle a la cara, podía ver una tristeza en sus ojos camuflados con la oscuridad. Estiró su mano y le tocó la cara con ella.

Subaru: Perdóname si he sido demasiado directo antes. Sé que eras una asesina y todo. Pero eso no significa que no puedas cambiar y ser mejor persona.

Meili se resaltó por esas palabras y esa mano tocándole en su cara, sabía que Subaru era el que más motivos tenía para no perdonarla. Había intentado asesinar a todas las personas a las que él apreciaba incluso a esa sirvienta hermana de Ram que no conocía y parecía lo más importante para él.

Subaru perturbado en los últimos bucles, sentía un odio hacia ella como era lógico, no solo por haber intentado matar en el pasado a sus seres queridos aunque no se acordase. Sino porqué en bucles pasados lo había empujado y arrojado desde los pisos altos de la Atalaya estrellándose en mil pedazos y muriendo varias veces Ese odio también iba acompañado por una atracción imprevista. La había visto mirarlo, no era odio lo que emanaba ella hacía él. 

Era confusión.

Subaru quería hablar con Emilia antes de que todo se volviese a torcer pero ahora que estaba en el pasillo a solas con Meili podía ejercer parte de su venganza, satisfacerse mientras se venga. No era para nada una mala idea. Aprovecharía la oportunidad.

¿La mataría?

Bueno no pensaría más en eso ahora, se percató de que se había quedado callado unos minutos contemplándola y acariciándole la cara.

Meili: Te pasa algo Subaru?

Meili preguntó con duda, Subaru estaba muy pensativo, y no entendía esa caricia que le estaba dándole.

Subaru: Meili, ¿por qué me estas siguiendo?

Apretó un poco su cara con la mano. Quería que fuese sincera. 

Meili: ¿Siguiendo? Yo?

Subaru: No te hagas la tonta Meili

Subaru apretó más la cara de ella, esta vez ella soltó  una mueca de dolor, igualmente no aflojó el agarre.

Meili: Subaru... Me haces daño. Yo solo quería respuestas a lo que me dijiste. Ahh. A lo que me dijiste ayer...

Subaru: Respuestas ehh.

Re Zero: Lujuria (Hentai) en la Atalaya de PleyadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora